La desaceleración económica empieza a notarse en el mercado laboral, que ofrece claros síntomas de ralentización. En Castellón, el paro aumentó el pasado agosto en 807 personas y los datos de afiliación a la Seguridad Social tampoco son mucho mejores. Pero pese a que hay muchas voces que avisan que el idilio de la provincia con el empleo está empezando a dar señales de debilidad, para los que buscan un trabajo este es uno de los mejores momentos del año. Octubre, noviembre y diciembre suponen en Castellón el 30% de las contrataciones y eso, sin duda, es una buena noticia para todos aquellos que aspiran a encontrar un empleo.

Después del parón estival, las empresas de Castellón viven su particular vuelta a la rutina y acometen nuevos proyectos y cambios. Y eso, junto al inminente inicio de la campaña citrícola, explica por qué estos días el baile de currículos es intenso. Pese a que la mayoría de los pronósticos habla de que el mercado laboral está acusando la incertidumbre y ofrece claros síntomas de ralentización, en la provincia todo apunta a que en los próximos tres meses se van a firmar algo más de 60.000 acuerdos laborales. La parte menos buena, que también la hay, es que serán unos 5.000 menos que el año pasado, cuando se batieron récords de nuevas contrataciones.

Toni Pérez, director de Calidad y Márketing del grupo Noa’s, insiste en que pese a que este 2019 el paro está aumentando y los indicadores oficiales apuntan a que la contratación ha echado el freno, las previsiones a corto plazo son positivas. «La campaña citrícola, sin duda, va a ser un gran revulsivo y por los datos que manejamos podemos decir que va a ir a mejor incluso que el año pasado. Las empresas del sector nos están haciendo muchos pedidos y, la cerámica, también», dice.

20.000 EMPLEOS EN LA NARANJA

Pese a que este año la cosecha será inferior a la de la temporada pasada (los primeros datos apuntan a un descenso que rondará el 20%), la naranja empleará en la provincia a unas 20.0000 personas, la mayoría collidors y personal de almacén. «Es cierto que, a nivel global, se prevé un crecimiento a menor ritmo que a principio de año, pero hay que tener en cuenta que tenemos la campaña citrícola y después la de Navidad, que siempre suponen un revulsivo para el empleo en varios sectores de la provincia», resume Pilar Trilles, directora de la delegación de Adecco en Castellón.

Los comercios y cooperativas citrícolas ya están empezando a demandar trabajadores (un solo vistazo a los principales portales de internet basta para comprobar la cantidad de ofertas de empleo de collidors, encajadores o carretilleros) y también son cientos los desempleados dispuestos a trabajar en la naranja. «Estas semanas estamos recibiendo decenas de currículos, tanto por parte de personas de nacionalidad española como extranjera», sentencia el directivo de Noa’s.

La campaña de la naranja tirará del empleo, pero el azulejo también está demandado trabajadores. Y lo hace con fuerza. «Al tratarse de un sector eminentemente exportador, la demanda se centra especialmente en profesionales con formación y experiencia en comercio exterior, y que además cuenten con uno o dos idiomas», dice María José Cortina, directora de la zona de zona de Levante de Manpowergroup.

Comerciales con idiomas y también mecánicos, electricistas y especialistas en electrónica y robótica. «También hay demanda de perfiles de ingeniería industrial, mecánica, informática y perfiles industriales con experiencia en sector químico y azulejero», sentencia Pilar Trilles.

Las previsiones para esta recta final del año no son malas, pero la estadística demuestra que el ritmo de contrataciones ya no es el que era. Tras cerrar un 2018 con 237.395 contratos suscritos, casi 3.700 más que el año anterior, los ocho primeros meses de este año confirman que la recuperación del mercado laboral empieza a echar el freno. Los datos del Ministerio de Empleo y Seguridad Social dejan poco lugar para las dudas: de enero a agosto de este año se han firmado en la provincia 146.852 contratos, un 4% menos que durante el mismo periodo de tiempo del 2018, cuando se suscribieron casi 152.688. O lo que es lo mismo: cada día se firman en la provincia 24 contratos menos que el año pasado. Y lo significativo es que se trata de la primera vez en seis años que los números están en rojo.