El cibercrimen está en racha y quien lo constata son las estadísticas del Ministerio del Interior. En 2011 fueron denunciadas en Castellón 438 estafas por Internet o sistemas informáticos. Siete años después esta cifra se había elevado a 1.464, con una subida especialmente llamativa en los doce meses del 2018, cuando este tipo de delitos crecieron un 42,8%. Además, y en apenas tres años, la cibercriminalidad se ha duplicado en Castellón y se ha convertido en una de las infracciones penales más comunes, por encima incluso de los delitos contra la seguridad vial o los maltratos familiares. Ya suponen el 6% de las 24.030 infracciones penales que se registraron el año pasado en la provincia y su aumento ha conseguido que las cifras de criminalidad, estabilizadas o incluso con tendencia a la baja en últimos años, hayan aumentado en el último ejercicio.

UN ALZA QUE PREOCUPA

El incremento de la ciberdelincuencia (en el conjunto nacional la tendencia es la misma, con más de 110.000 infracciones en 2018) preocupa, y no poco, a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado. La subdelegada del Gobierno en Castellón, Soledad Ten, reconocía hace unos días que las estafas y amenazas por internet suponen uno de los grandes retos a los que se enfrenta tanto la Policía Nacional como la Guardia Civil. «Castellón es una provincia segura, pero hay que seguir plantando cara a la ciberdelincuencia, ya que aunque los delincuentes no estén físicamente en la provincia suponen una amenaza para los ciudadanos de aquí que sufren sus consecuencias», dijo.

Pero, ¿qué tipo de delitos a través de internet son más frecuentes en Castellón? Dentro del cibercrimen, hay un amplio espectro de infracciones penales, desde estafas a ataques informáticos, usurpación del estado civil (hacerse pasar por otra persona), coacciones, amenazas, injurias, pornografía infantil o provocación sexual. En la provincia, la reina de la corona son los fraudes y estafas cometidas a través de Internet. Sólo en este apartado hubo el pasado año 1.116 infracciones penales (estafas con tarjetas de crédito, bancarias y otras estafas), seguida de amenazas (151) y usurpación del estado civil (47). «El grueso de los casos son estafas, en concreto cargos fraudulentos en tarjeta por operaciones ajenas a la voluntad de las víctimas», apuntan desde la Policía Nacional de Castellón. «Las transacciones online también tienen una importante repercusión en el número de delitos denunciados y, en muchas de las ocasiones, las víctimas no toman las mínimas medidas recomendadas en la red para convertirte en un usuario más seguro y menos vulnerable», describen.

De todas las denuncias sobre delitos a través de internet que recibieron en 2018 las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado en Castellón, solamente se esclarecieron 435, es decir el 29,7%. Y aunque el porcentaje ha ido subiendo con los años, las cifras continúan siendo pobres. Los motivos son fáciles de entender: a menudo seguir los rastros de esas bandas es complicado, y para seguir su rastro se necesita la colaboración de otros países.

Pese a que la labor de la policía se centra en la investigación y la persecución de los hechos delictivos, el incremento de este tipo de infracciones penales en la provincia ha empujado a la Policía Nacional a impartir charlas alertando a los ciudadanos sobre los riesgos de internet. En la provincia hay previstas dos charlas. La primera se celebrará el próximo 19 de noviembre en el salón de actos de la Fundación Caixa Rural de Vila-real. La segunda, para que todavía no hay fecha, será en la capital. «Estar conectados nos convierte en vulnerables, una obviedad que a veces olvidamos. Y, además, los usuarios españoles son los que menos instalan antivirus en sus equipos y también los que más transacciones realizan a webs desconocidas», avisan desde la policía de Castellón.