Tiene 1.400 millones de habitantes y su economía crece al ritmo de un 6,2% anual. Dos cifras que bastan para comprender por qué China se han convertido en objeto de deseo para las empresas de Castellón. Aunque del volumen total de exportaciones de la provincia al gigante asiático llega apenas al 2% del total, los envíos se han disparado en apenas unos años. Y este 2019 también va viento en popa. Un ejemplo. Mientras que las exportaciones de productos fabricados en la provincia han caído un 2,50% (datos hasta el mes de agosto), los envíos a China se han disparado por encima del 7% y van camino de alcanzar un récord histórico.

Los datos que maneja el Instituto Español de Comercio Exterior (Icex) son incontestables. El año pasado, las empresas de Castellón vendieron a China productos por valor de 101,3 millones de euros (tres veces más que en el 2009) y de enero a agosto de este ejercicio la cifra superó los 79,5 millones. Y un apunte más. El gigante asiático ya es uno de los países que más está incrementando sus compras a Castellón, solo superado por Portugal, donde crecen un 15,6%. Así, mientras que este año las exportaciones a Francia o Reino Unido retroceden entre un 14,5 y un 3,2% respectivamente, los envíos a China siguen sin conocer los números rojos.

Con el número de empresas ocurre algo muy similar. Las compañías de Castellón con intereses en China ya son 291, un 10% más que hace cuatro años. El grueso son firmas del sector cerámico, pero cada día hay más empresas de agroalimentación y bebidas que consiguen hacerse un hueco en un mercado que se encuentra a más de 9.000 kilómetros.

María Dolores Parra, directora general de Internacionalización, describe que el chino es un mercado que ofrece grandes oportunidades a las empresas valencianas. «En un país gigante, cuya economía está creciendo mucho y cuyos habitantes tienen cada vez más capacidad de consumo y valoran el producto de calidad. Por eso este mercado cada vez resulta más apetecible para las compañías de Castellón», apunta.

ESMALTES, AZULEJOS... // Del incremento de ventas registrado en los primeros ocho meses del año, las mayores beneficiarias fueron las empresas que se dedican a la fabricación de fritas y esmaltes. Nada menos que vendieron a China productos por valor de 26,3 millones de euros, lo que significa un 18,8% más. Las azulejeras también dispararon sus envíos hasta los 11,4 millones, un 66% más que el año pasado.

Castellón vende pavimentos, fritas y productos químicos a China y también cerveza, algo de vino y agua mineral. De hecho, los envíos de bebidas se han multiplicado en poco tiempo y hasta el mes de agosto alcanzaron un valor cercano a los 2,8 millones.

Otro sector que está en racha es el de productos cárnicos, sobre todo los derivados del cerdo. Tras tres años sin exportar nada, de enero a agosto de este ejercicio las empresas de Castellón enviaron productos por valor de 95.000 euros. «La peste porcina africana azota el continente asiático desde finales del 2018, una epidemia que se ha saldado con millones de cerdos sacrificados. A China no le ha quedado más remedio que recurrir a otros países para satisfacer la demanda interna», dice María Dolores Parra.

Las exportaciones a China no dejan de dar buenas noticias a la economía de Castellón, pero la balanza comercial sigue siendo favorable al gigante asiático. Mientras que las empresas de la provincia han enviado productos por valor de casi 80 millones de euros, del gigante asiático han llegado mercancías por 143,5 millones de euros, sobre todo materiales químicos y plásticos. Y eso que este año las importaciones han retrocedido un 3,36%.