La alcaldesa de Castelló, Amparo Marco, negó ayer un golpe de estado, en referencia a la disolución de la Junta de Festes y tras ser interpelada por la portavoz el PP, Begoña Carrasco, en el pleno municipal, y dejó el devenir de la fiesta en los futuros estatutos.

«El consell rector tomó esta decisión que puede gustar o no, pero estamos ante una situación especial que es el 75º aniversario de las fiestas de la Magdalena --para las que han creado una comisión que abrirán a otros colectivos para que sean escuchados, como los mayores o la hostelería-- y una revisión de los estatutos». «No podíamos nombrar una Junta cuando, a lo mejor, dentro de unos meses podemos tener otra Junta de Festes», remarcó la primera edila, quien también afirmó que «será la ciudadanía» la que diga si se ha «equivocado». Una situación que podría surgir de los nuevos estatutos, cuya presentación de propuestas ya ha dado por concluida la propia concejala del área, Pili Escuder.

¿Y LA AUTONOMÍA? / A este respecto, la edila aseguró que ya dispone de las aportaciones de los miembros de la comisión que se creó para este cometido y que, en cualquier caso, la propuesta última de la revisión de dichos estatutos del Patronat de Festes «será del consell rector y esta tendrá objetivos políticos y objetivos que marcará esta presidenta --en referencia a su propia persona--».

En este sentido, hay que recordar que ese estudio del articulado es una de las conclusiones del IV Congrés Magdalener, donde se recogió la necesidad de dar mayor independencia a la Junta de Festes. Una autonomía que ayer la concejala aseguraba que «no» puede garantizar en estos nuevos estatutos. «Las fiestas tienen su autonomía, pero yo también tengo responsabilidad y autonomía como responsable de un área municipal», continuó Escuder, tras afirmar que hará las políticas que ella crea en fiestas.

En su intervención ante los medios de comunicación, la concejala, al igual que Marco, también dijo que elevarán al consell rector la posibilidad de convocar la asamblea --tal y como solicitó el grupo municipal del PP en «cumplimiento de los estatutos vigentes»-- y aseguró que el món de la festa «debería ser más participativo y no tener estos conflictos».

REUNIÓN CON LA EXJUNTA / La reunión que mantuvo Escuder con representantes de la ya exjunta de Festes provocó ayer la polémica entre la propia edila y la expresidenta Noelia Selma. Por la mañana, la concejala desvelaba que el día anterior a la convocatoria del consell rector mantuvo una reunión con Selma y los miembros de la entidad Pere Pau Montañés y Fernando Sos; el gerente del Patronat, Vicente Montolío; la propia Escuder y el portavoz del grupo municipal del PSOE en el consistorio, Omar Braina.

Por lo que tanto Selma como Montañés y Sos conocían la información de que se iba a proponer dicha disolución del ente de más de 30 años, según estimó Pili Escuder. Una afirmación que rebatió Selma por la tarde tras asegurar que dicha reunión la provocó la Junta ante «la preocupación por la situación y la falta de información y diálogo», y no estuvieron «de acuerdo ni en las formas ni en la postura tomada».