Qué ha de suceder para que el talento se convierta en una herencia genética? Qué hay detrás de que una predisposición artística se convierta en el hilo conductor que relaciona distintas generaciones de una familia es un misterio que se escapa a la comprensión, pero una evidencia que se puede constatar con sagas de artistas como a la que pertenece una de las voces más sorprendentes y con más proyección del panorama musical de la Vall d’Uixó. Rafael Quirant Porcar, un joven de 23 años, diseñador de moda, tiene un talento innato y una predisposición natural para la interpretación vocal que su ciudad y algunos profesionales del sector ya han descubierto, aunque su andadura artística acaba de empezar.

Pocos pueden decir que uno de sus antepasados da nombre a un teatro. Rafael Quirant sí, porque su bisabuela fue Carmen Tur, una afamada soprano hija de un conocido cantaor de albaes y jotas, Manuel Tur, Manuelet de Canya, a la que su ciudad natal rindió homenaje perpetuo emparejando su nombre con el del Teatro Municipal.

Su biznieto no la conoció. De hecho, no fue consciente de su existencia hasta que tuvo unos 9 años. Dice que hablar de Carmen Tur en su familia «era un poco tabú» por razones que no vienen al caso, porque la realidad ha cambiado sustancialmente su relación con una antepasada a la que le une tanto: la pasión por la música, por cantar y su registro. Porque Carmen Tur fue soprano y Rafael Quirant, sopranista. La suya es una de esas voces exclusivas y particulares que le permiten interpretar sin esfuerzo aparente una tesitura propia de mujeres. Es una de las cualidades que llaman la atención al escucharlo: cerrar los ojos y creer que es una fémina la que entona. Y Rafael fue consciente de esa capacidad pronto, aunque hasta hace dos años no apostó por profesionalizar esa virtud genética.

Su logro más reciente ha sido situarse entre los seis finalistas del 95º Concurso de Juventudes Musicales de España en su especialidad celebrado el pasado fin de semana en Madrid. A las puertas del triunfo, ha encontrado una razón más de peso para seguir cultivando una faceta profesional que le viene en el ADN. Hace unas semanas actuó en Cuenca y en enero protagonizará un concierto en Aranjuez, donde se meterá en la piel del afamado castrati Farinelli. Su singularidad ya ha llamado la atención incluso de Xavier de Sabata, un afamado contratenor que quiere contar con él para una ópera.

En pleno proceso de crecimiento, su prioridad en estos momentos, su objetivo a corto plazo, es formarse, a ser posible «en la Escuela de Canto San Bernardo de Madrid», y no cerrar la puerta a ninguna oportunidad que llegue.