La mejora en los diseños y los estándares de calidad fueron la base, y las medidas proteccionistas del gobierno Trump respecto al material procedente de China han supuesto una ayuda añadida. La venta de cerámica de Castellón en los Estados Unidos ha experimentado un auge en los últimos meses, y se calcula que en este 2020 se pueden llegar a facturar más de 300 millones de euros en exportaciones destinadas a este jugoso mercado. Pero para consolidar las ventas, queda mucho camino por recorrer.

Si la primera jornada del congreso mundial de la calidad del azulejo y el pavimento cerámico, Qualicer, fijó buena parte de sus miradas al otro lado del Atlántico y los números de ventas, las sesiones de la mañana incluyeron un debate sobre cómo incrementar el conocimiento del producto entre los compradores. Y para ello resulta necesario aumentar el listado de especificaciones técnicas, a fin de que tanto los arquitectos como los profesionales de la construcción tengan garantías sobre cómo instalar de manera adecuada baldosas y azulejos.

Desde Estados Unidos, el técnicos Noah Chitty detalló que los instaladores «demandan más instrucciones para aumentar la calidad, elevar la reputación e incrementar las ventajas para todos». En cambio, una falta de asesoramiento «puede generar problemas técnicos, con el consiguiente peligro de que los clientes dejen de ver la cerámica como una alternativa» a la hora de revestir un espacio, según detalló.

TRATO IGUALITARIO / Tanto los ponentes venidos desde este país como el italiano Claudio Bizzaglia y el director de expansión de la española Grespania, Andrés Hernández, coincidieron en que las propiedades del producto azulejero son superiores a las de otras variantes basadas en el plástico.

En este sentido, Hernández reclamó que se hicieran comparaciones «con los mismos estándares» para todos, con el fin de que el consumidor sepa cuáles, correctamente colocados, tienen mayor resistencia y durabilidad. Al mismo tiempo, apuntó la idea de que arquitectos o diseñadores de interiores «sepan de los beneficios de nuestro material».

En otro momento de la mesa redonda se hizo referencia a los retos que plantean las novedades, como la aparición de formatos de mayor tamaño, la manera de reducir las juntas entre las piezas sin perder calidad, o la combinación de las baldosas con suelos radiantes como sustitución de costumbres tan arraigadas entre el mercado norteamericano como el parqué o la moqueta.

Una apuesta por la información que se puede compaginar con el papel que ejercen los manuales sobre la colocación de la cerámica. Un campo que, tal y como señalaron en esta sesión del congreso, ya tiende a uniformar criterios, con la consiguiente mejora a la hora de aplicar.