Los grupos políticos en Les Corts se encuentran en plena tramitación de las enmiendas que deben cristalizar en la nueva ley del Juego de la Comunitat Valenciana, y todo hace indicar que será mucho más restrictiva que la que ha regido hasta el momento. Sin embargo, esto no parece ser un elemento amenazador para el sector de los negocios relacionados con las apuestas, que continúa su evidente expansión por Castellón como si nada fuera a pasar.

Lo muestran los datos que maneja la Conselleria de Hacienda y Modelo Económico. Desde el 2013, las salas de apuestas se han multiplicado exactamente por dos en la provincia, pasando de 16 a 32. Pero es que, a la espera, todavía hay 18 locales de este tipo pendientes de autorización de apertura. Espacios que, de no aprobarse antes la ley --todavía no hay un plazo previsto para hacerlo--, no van a encontrar problemas para empezar a funcionar con total normalidad.

De ellos, 12 tienen concedida la autorización de instalación y están pendientes de obtener el permiso de funcionamiento. Las otras seis ya tienen este último requisito y solo están a la espera de una revisión por parte de la Administración para, si todo está correcto, abrir.

Bajo la modalidad de salones de juego se agrupan locales de entre 100 y 200 metros cuadrados donde hay máquinas tragaperras y de apuestas. Otra modalidad son los locales específicos de apuestas, que no tienen máquinas. Son menos numerosos en la provincia, ya que hay solo nueve, tras un cierre que ha tenido lugar este año. No obstante, el pasado 13 de febrero se autorizaron dos solicitudes en Castelló.

Al margen de lo que establezca la nueva normativa, ya hay iniciativas del Botànic encaminadas a evitar que se creen «mini Vegas» en la Comunitat, como indican desde la Conselleria. Por ejemplo, una nueva regulación sobre distancias mínimas entre los salones de juego establecida en 700 metros, ya que de lo contrario «se multiplica el efecto reclamo y traen aparejados problemas de otro tipo para los ciudadanos». Además, el año pasado se modificó la fiscalidad, de forma que la tributación sobre apuestas en la Comunitat, situada en el 20%, se ha equiparado al resto de modalidades de juego.

El nuevo proyecto de Ley del Juego establecería otras restricciones, como la obligatoriedad de establecer un control de acceso a pie de calle para impedir que menores y personas con problemas de ludopatía accedan a estos locales. También se está analizando el establecimiento de una distancia mínima de estos negocios con un centro educativo. El Botànic propone 850 metros