El cambio climático referido a la cada vez más elevada temperatura del mar y la contaminación, especialmente por el vertido de plásticos, son las dos principales amenazas para los fondos marinos de Castellón, como viene informando Mediterráneo. Estos factores son clave para entender lo que está ocurriendo en la costa castellonense, donde la acuicultura, es decir, la producción de peces en piscifactorías, pisa los talones a la pesca tradicional. Según datos de la Conselleria de Agricultura y Pesca, cuatro de cada diez peces de la Comunitat ya vienen del sector acuícola. Es, con 16.000 toneladas, la autonomía líder nacional.

Según explica el director general de Agricultura, Ganadería y Pesca, Roger Llanes, desde hace unos años, «nuestro sector cerquero está impulsando medidas de autorregulación mas restrictivas que la normativa estatal. Esta modalidad pesquera está sufriendo la disminución de la biomasa marina, especialmente la concerniente a la sardina y al boquerón. Una disminución que comenzó en el Golfo de León y que afecta ya a la provincia de Castellón».

En este sentido, la Secretaría General de Pesca, dependiente del Ministerio, ha mostrado recientemente su preocupación por esta circunstancia, dado que los estudios reflejan una situación preocupante de estas dos especies causadas por el cambio climático, entre otros factores a tener en cuenta. Por ello, plantea llevar a cabo modificaciones de la normativa nacional, que pueden conllevar mayores restricciones a la pesca de cerco.

compromiso pesquero // No hay que olvidar que las cofradías de la provincia son las que más tiempo paran de toda la costa mediterránea para favorecer la regeneración marina. Así, los pescadores de Castellón, junto con los de la localidad tarraconense de Sant Carles de la Ràpita, cumplen dos meses de veda, mientras que, en otras zonas, este periodo es de solo un mes o, incluso, no hay ningún tipo de parada. El papel de este sector para mantener los fondos marinos de Castellón en buen estado resulta clave, gracias a su labor en la recogida de plásticos en alta mar y su colaboración en la recuperación de tortugas marinas y en la red de avistamientos de cetáceos.

Otras especies que están empezando a mermar en la costa castellonense son el pulpo y la tellina. A esta circunstancia se añade otra que está ocasionando, según explica Llanes, verdaderos problemas a los marineros. Se tata de la aparición de una especie exótica, originaria de la costa atlántica americana, el cangrejo azul, muy apreciado en su lugar de origen, «pero que aquí provoca problemas a nuestros pescadores por destrozar sus redes».

Por tanto, ante la progresiva disminución de capturas debido a la merma de la biomasa marina se apuesta fuerte por las piscifactorías, especialmente, dedicadas a la producción de doradas y lubinas que cuentan con un respaldo generalizado por parte del consumidor por su sabor y precio.

REVÉS A LA ACUICULTURA // De todos modos, el sector acuícola de la Comunitat ha sufrido un duro revés a raíz del último temporal, ya que las olas de hasta ocho metros han destrozado instalaciones, arrancando bateas que han acabado en la orilla. En la provincia de Castellón, Burriana y Nules albergan este tipo de instalaciones en su costa.