El cambio climático, pero también la contaminación, son las principales amenazas de los fondos marinos de Castellón. La prevención y la concienciación resultan claves para revertir los daños que estos dos factores están provocando en el ecosistema marino, como viene informando Mediterráneo. Con este objetivo el puerto de Castelló cuenta con una barrera oceánica que permite cerrar la bocana del puerto en menos de 15 minutos en caso de un hipotético vertido de crudo.

Se trata de una barrera única en España, de 2.400 kilos y 400 metros de línea defensiva, que queda totalmente expandida una vez toca el agua. Esta infraestructura, que contó con una inversión de 180.000 euros, se sumó a las barreras de contención de PortCastelló ubicadas en su dársena interior y el canal de refrigeración de Iberdrola.

Hace tan solo varios meses, en el puerto de Castellón desplegaron este dispositivo con motivo de un simulacro para la activación del plan interior marítimo. El objetivo fue evaluar la efectividad del mismo y la coordinación entre los distintos agentes implicados en caso de que ocurriera este tipo de emergencia. Participaron responsables de la Autoridad Portuaria, PortControl, policía portuaria, Capitanía Marítima, Sasemar y Consulmar.

MÁS DE MEDIO KILÓMETRO // En total, el puerto de Castelló dispone de un total de 525 metros de barreras anticontaminación para confinar posibles derrames de petróleo y refinados.

El presidente de la Autoridad Portuaria de Castelló, Francisco Toledo, explicó que persiguen «crecer de manera sostenible, segura y garantizando la protección del puerto y su entorno ante posibles emergencias, más allá de lo que marca la normativa», en referencia a la instalación de las barreras anticontaminación, ya que estos mecanismos no son obligatorias por ley.

A pesar de que este mecanismo es para frenar posibles vertidos hay que recordar que la mayor parte de la contaminación marina que sufre el Mediterráneo está causada por el plástico. En concreto, la valenciana es la quinta costa mediterránea que acumula una mayor parte de este material contaminante, que en algunos casos acaba en las playas.