Con una larga trayectoria en el sindicato, desde hace unos días está al frente de Comisiones Obreras de Comarques del Nord, que incluye a casi toda la provincia, con la excepción del Alto Palancia. En este inicio de mandato desgrana cuáles son los principales retos del mercado laboral.

--Castellón acabó el 2019 con un aumento del paro, después de varios años de descensos. ¿A qué atribuye esta situación?

-Después de la crisis hubo una destrucción de empleo, y luego hubo una recuperación, aunque no al nivel previo a la crisis. Ahora está la coyuntura del brexit, Estados Unidos y la inestabilidad política en España, que de alguna manera afectó.

--¿En qué sectores detecta mayores debilidades?

-Hay problemas en la hostelería, sector citrícola y servicios. Aunque más bien hablaríamos de falta de puestos de alta cualificación, por lo que necesitamos más inversión en investigación y la apuesta de las administraciones para lograr más estabilidad.

--El 2020 deben negociarse convenios claves para la provincia, como el transporte. ¿Cuáles son las posiciones de su organización al respecto?

-El del transporte está enconado desde el 2010. La patronal está obcecada en dos cuestiones como la imposición de una jornada muy fuerte, y un aumento salarial ínfimo. También descontar los tiempos de descanso del sueldo, lo que causó un desencuentro muy fuerte. También queremos convenios que tengan un vigor de cinco años.

--¿Cómo puede afectar el proceso de concentración de la industria cerámica de Castellón al mercado laboral?

-En principio lo valoramos bien. Puede que haya reestructuración, con una pérdida de empleo inicial, pero esto supondrá una estabilización y hacer que las empresas sean más fuertes, inviertan más y compitan mejor con Italia. La situación puede crear más empleo y riqueza en la provincia, y llevar a un mayor posicionamiento del sector en nuestra zona.

--¿Qué impide el acuerdo en la negociación de la hostelería?

-Conseguimos constituir mesa de negociación pero apenas duró nada. Ashotur no tiene interés en negociar, que es la patronal fuerte. La otra parte está más por la labor, pero mientras no haya cambio de criterio no será posible. Esto crea competencia desleal entre empresarios, al fijar las condiciones a empleados.

--Lleva unos días al frente de CCOO en la provincia. ¿Qué objetivos se marca?

-En clave externa, seguir con una organización fuerte, conseguir aumentar la afiliación, y más poder contractual con las empresas. En clave interna, velar por los derechos de los trabajadores, mejorar condiciones salariales y de salud y una cohesión interna y trabajo interno de futuro.

--¿Cómo valora la acción de su antecesor, Manel Nieto? Algunos sectores le acusaron de falta de capacidad de cohesión.

-Valoro su paso muy positivamente. Yo formaba parte de su equipo. Cara al exterior puso a CCOO en las condiciones que se merece. Manel ha cumplido más que bien, y en cuanto a temas internos todos sabemos que siempre hay desacuerdos. La democracia es así, sin discusiones no sería posible el desarrollo de las organizaciones y pensamos que es normal y bueno que exista el debate.

--¿Cuántos afiliados de CCOO hay actualmente en la provincia, y en qué sectores tienen mayor representatividad?

-La afiliación es de 12.000 personas. Con la crisis cayó bastante, pero ahora ha subido. Tenemos más hombres que mujeres (sobre el 54-56%), y cada vez hay más jóvenes que se incorporan, lo que implica garantizar el futuro. Nuestra representatividad es un reflejo del mercado de trabajo, que abarca azulejo, industria, servicios, banca o comercio.

--Podemos tiene asumido el Ministerio de Empleo. ¿Cómo cree que lo notarán los trabajadores?

-Ya se ha visto con el salario mínimo. No es el que queríamos, pero fue acordado con la patronal. Pienso que ese aumento es muy importante de cara a la sociedad, ya que cuanto más poder adquisitivo, más gasto y más ingresos del Estado. Por otro lado se ponen en marcha mecanismos para empezar a hablar de la reforma laboral, y hay que ver qué se deroga y qué logramos cambiar en las negociaciones. Sobre la creación de empleo, las políticas del gobierno marcarán poco, porque domina el panorama internacional.

--La agricultura y el turismo pesan mucho en la economía provincial. ¿Hay manera de que sus empleados tengan un panorama más estable?

-El tema sería ver qué se quiere hacer en el futuro. En cítricos no se hizo presión suficiente ni se creó una marca específica. Y el monocultivo tampoco es tan bueno porque genera estacionalidad. También hay situaciones como el clima o el descenso de precios. Pensamos en una diversificación de la producción. En cuanto al turismo, se debe insistir en desestacionalizar y apostar por el interior, de modo que mejoramos el turismo a la vez que la parte del interior podría tener un atractivo para acabar con la despoblación y generar riqueza.

--Hablemos de los trabajadores de mañana. ¿Cómo debe ser la formación para conseguir personal adaptado a los tiempos?

-Requiere un cambio social. Antes, quien no hacía una carrera universitaria no tenía nada que hacer, al final sobran universitarios y falta gente cualificada en otras materias. El gobierno de la Generalitat ha puesto en marcha consejos comarcales de FP en Valencia y ahora se extenderán al resto del territorio, con presencia de patronal, sindicatos y administración autonómica, y entre todos hay que hacer unos planes adaptados a la realidad.

--¿La crisis de la década pasada y los actuales nubarrones pasan más factura a las mujeres?

-Es otro asunto de conciencia social. Históricamente ha sido la mujer la que se encargaba de mayores y niños, y por otro lado está la brecha salarial. Si la mujer cobra menos, renuncia a su trabajo. En este sentido la mujer sigue estando al pie del cañón. Tenemos cerca el 8 de marzo, y hay que luchar por la igualdad total, lo que incluye la conciliación,.

--¿Cómo será la acción sindical ante un futuro al que vaticinan más robotización y menos necesidad de mano de obra?

-No veo que sea cierto del todo que sea prescindible la mano de obra. Ahora hay empleos que antes no existían y que están ligados a las nuevas tecnologías. Hay trabajos de industria 4.0. Lo que debe combinarse con la redistribución de la riqueza, del trabajo y la parte social. También cambiar la productividad como se conoce ahora, así como rentas de ciudadanos para paliar las pérdidas de puestos de trabajo.