Desde el 1 pasado de enero, los puestos de peaje de la AP-7 desde Tarragona a Alicante no cumplen ya ninguna función, a consecuencia de la liberalización de la carretera. Es por ello que el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana ha comenzado el proceso de desmantelamiento de estos puntos de control del tráfico, que culminarán con su derribo, para contribuir a la fluidez del tráfico.

En la provincia estos trabajos han comenzado en el acceso Castelló-sur. Allí, los operarios han retirado las cabinas que proporcionaban los tíquets a los conductores y los avisos luminosos, y están tapiando la pequeña oficina que está emplazada en un lado de la carretera. La semana que viene se trasladarán hasta el acceso Castelló-norte, donde realizarán las mismas tareas.

Por el momento, el Ministerio no ha dado plazos para llevar a cabo la demolición completa de estos puntos de control, aunque la intención es hacerlo en el menor plazo de tiempo posible, indican fuentes del departamento que lidera José Luis Ábalos.

En toda la Comunitat

Estos trabajos también se están llevando a cabo en otros peajes de la Comunitat, como en la comarca de la Safor (Alicante) o en Silla (Valencia). Que se eliminen estos espacios no quiere decir que, en el futuro, no haya que afrontar otro tipo de actuaciones en el tramo que ocupan. Por ejemplo, la creación de carriles para el paso de vehículos en una delimitación distinta a la actual, tal y como explicaron a Mediterráneo fuentes responsables de esta actuación.

El incremento del tráfico en la autopista ha sobrepasado las previsiones del Ministerio de Transporte, que calculaban un aumento del paso de vehículos cercano al 30%, como sucedió en la AP-1, liberalizada a finales del 2018.

Incrementos

Unos registros que se superaron ya el primer día del año, pese a ser festivo. Esa jornada, la intensidad media diaria en la AP-7 aumentó un 46,39% y la de vehículos pesados un 79,19%, según las mediciones de la Dirección General de Tráfico (DGT).

Los registros se superaron durante los primeros dos días laborales, cuando el tráfico general aumentó hasta un 77,75% y, sobre todo, el primer sábado, ya que se llegó a un 118,13%.

Unos niveles de paso de vehículos que, entre otras cosas, aconsejan la creación de más accesos a esta carretera en la provincia. Sin embargo, esta actuación, propuesta al Gobierno central por la Generalitat, a través de la Conselleria de Política Territorial, Obras Públicas y Movilidad, no parece que vaya a ser prioritaria. Desde el Ejecutivo quieren primero analizar los datos de un estudio sobre tráfico que todavía no se ha completado