La Conselleria de Igualdad no cerrará finalmente la residencia asistida de mayores Lledó con motivo de las obras de reforma integral. Así lo confirman fuentes sindicales y del departamento que dirige Mónica Oltra, que han apelado al consenso y mantienen para principios del 2021 la fecha de finalización, al no ser posible avanzarla a mediados del 2020, como se había previsto en caso de que el traslado se hubiera hecho.

Estas instalaciones, ubicadas en la calle Jover de Castelló, alojan ahora a 13 ancianos. El 29 de noviembre el secretario autonómico, Alberto Ibáñez, se reunió con familiares de usuarios y representantes sindicales, para comunicar que cerrarían durante la siguiente fase. Inicialmente se decidió reubicarlos en otras instalaciones, entre ellas, Burriana, alegando motivos de seguridad.

Sin embargo, en una resolución del 20 de febrero se decidió no hacerlo ante el estado de los residentes, según indica el sindicato CGT, que añade que «esta situación se podría haber evitado si desde el primer momento hubieran mirado por ellos».

Como confirmaron ayer fuentes de la junta de personal, el director territorial, Luis Gómez, estuvo el viernes en el centro y aprovechó para comunicarlo.

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Desde la Conselleria de Igualdad se justifica la decisión aduciendo que se han solicitado y contrastado las opiniones de diversos técnicos y, en base a ellas, se ha decidido que es posible que las personas que residen en él pueden seguir haciéndolo mientras finalizan las obras.

Asimismo, el personal se mantendrá en el centro para dar la mejor atención y garantizar el bienestar de los internos. La medida satisface a los trabajadores, que si bien habían manifestado su conformidad con el traslado a Burriana, les afectaba en términos de conciliación familiar.

Así las cosas, según CGT, se prevé que a mediados de marzo terminen los trabajos en la planta baja, donde está la cocina y la lavandería. Este último servicio se presta en estos momentos desde el centro de menores Lledó.

Estas actuaciones corresponden a la segunda fase de la reforma. Informes técnicos de 2012 advirtieron de problemas de seguridad que llevaron a Conselleria en 2016 a acometer trabajos.

Tras las quejas de usuarios y pacientes ante un posible desalojo, hace cuatro años se optó por realizar una primera fase transitoria, que comenzó en 2016, para asegurar que el espacio cumplía las medidas de seguridad en caso de incendio. Una vez concluidas, se volvió a plantear la imposibilidad de compaginarlas sin cesar la actividad, lo que implicaba dejar a Castelló sin la única estructura de gestión totalmente pública. Los trabajos fueron adjudicados a Crimsa SA por 1.537,308.17€ en septiembre del 2018 con un plazo de ejecución de 24 meses.

Desde la Conselleria de Igualdad se argumentó que la residencia de Lledó es un claro ejemplo de que el Govern del Botànic actúa desde el diálogo y el consenso. «El contacto con las personas residentes como de sus familiares ha sido continuo y fluido desde el inicio, con el objetivo de poder conjugar el deseo de los segundos con el bienestar de los primeros, que es la responsabilidad máxima de la Conselleria», argumentaron. Sin embargo, también ha resultado decisiva la mediación de la alcaldesa, Amparo Marco, quien no estaba conforme con los traslados.