Los castellonenses solicitaron en el 2019 un total de 4.207 hipotecas para adquirir una vivienda, casi un 5% más que en el ejercicio anterior. Lo que no evoluciona, e incluso va un poco a la baja, es el importe solicitado a los bancos, que es un 40% menor que el que marca la media española.

Se confirma de este modo una evolución positiva registrada a lo largo de los últimos años respecto a los préstamos, que de media en el pasado 2019 fueron de 76.090 euros. Una cantidad bastante parecida a la de ejercicios precedentes y que contrasta con la que establece la media nacional, que alcanza los 124.641 euros.

Son las principales lecturas que dejan los datos publicados por el Instituto Nacional de Estadística (INE), misma fuente que recientemente reflejó un leve descenso en la compraventa de viviendas en la provincia.

¿Como es esto compatible con una subida de los préstamos? «Es porque hay un volumen importante de operaciones al contado, que no requieren de hipoteca, que son las que han bajado», explica a este diario el presidente del Colegio Oficial de Agentes de la Propiedad Inmobiliaria de Castellón, Francisco Nomdedéu.

En la actualidad, prácticamente la mitad de los pisos en la provincia se abonan a tocateja.

Nomdedéu recalca que el hecho de que se pidan préstamos tan bajos es «porque se están comprando muchas viviendas por 90.000 y 100.000 euros».

«La segunda mano sigue protagonizando la mayoría de operaciones en la provincia, ya que hay mucha variedad para el comprador. Sin embargo, hay que decir que la obra nueva se está animando, con promociones en la zona de Gran Vía, Sensal, Castalia...», señala el máximo representante de Coapi, que está viendo en el 2020 una «dinámica positiva» y prevé un incremento de actividad