Adif ha revisado los puentes, viaductos, túneles y explanaciones a lo largo de los que se desarrolla la vía ferroviaria española y ha encontrado deficiencias de todo tipo, que redundan en falta de seguridad en el paso de trenes. Es por ello que ha licitado un contrato de servicios para la redacción de proyectos que mejoren esta infraestructura y solucionen el problema de los puntos negros, de los que se han encontrado seis en Castellón.

El análisis de la empresa pública sitúa la principal problemática en la comarca del Alto Palancia, donde están todos los puntos que necesitan mejoras. Cuatro de ellos están situados en los túneles de la red convencional. Entre Jérica y Viver hay tres zonas en las que Adif habla de daños «estructurales». Se trata de deficiencias como deformaciones con grietas y desplazamiento de piezas, desprendimientos, humedades y goteos, entre otros, para los que la empresa pública propone un proyecto de rehabilitación.

Otro punto que necesita mejora está en el túnel situado en Navajas, que a lo largo de 282 metros sufre una problemática derivada de grietas y filtraciones.Todas estas localizaciones forman parte del trayecto de la línea que va entre València y Caminreal (Teruel), que toca durante un tramo territorio castellonense.

Más mejoras

Adif también cree necesario hacer trabajos a lo largo de unos 300 metros en las explanaciones --también conocidas como desmontes o terraplenes-- situadas a lo largo de dos zonas distintas del tramo de la línea Zaragoza-Sagunto que pasa por Castellón. En el pliego del contrato no se especifican los puntos exactos, aunque los trenes de esta ruta pasan por Barracas, Jérica, Viver, Caudiel y Navajas. Ante este tipo de deficiencias, según explica Adif, la solución por la que se opta es establecer limitaciones de velocidad para evitar problemas de seguridad.

El macrocontrato, valorado en 10,5 millones de euros y que salió a licitación el mes pasado, busca a empresas de ingeniería que redacten los proyectos en los que definirán, tras las inspecciones pertinentes, las actuaciones a ejecutar «para garantizar el óptimo estado de estos elementos de la infraestructura y asegurar mayores niveles de fiabilidad y disponibilidad de las instalaciones», reduciendo así «la probabilidad de incidencias». El plazo para completarlas es de tres años.

La empresa pública, dependiente del Ministerio de Transportes de José Luis Ábalos, ha encontrado hasta 217 puntos negros a lo largo de toda España. El pliego achaca estas deficiencias a la «limitada inversión en labores de conservación y mantenimiento sostenida durante años de recesión», y añade que «los altos estándares de calidad» que maneja Adif y la «exigencia social de fiabilidad» obligan a acometer estas mejoras en la red.