La rectora de la Universitat Jaume I, Eva Alcón, quiere transmitir un mensaje de «confianza y tranquilidad» a la comunidad universitaria a pesar de la crisis provocada por el coronavirus y hace un balance de las últimas actuaciones.
Gestiones realizadas por la
rectora en los últimos días
El 11 de marzo se activó el protocolo de respuesta ante infecciones y epidemias, constituyendo formalmente el comité de coordinación. A raíz de que se suspendiesen las clases presenciales y se decretase el estado de alarma, en el Consell de Direcció de la UJI del miércoles se aprobó una batería de resoluciones e instrucciones con las medidas excepcionales para garantizar el funcionamiento de la UJI durante este periodo, reduciendo al máximo la presencialidad en el campus. «Nuestras decisiones se han sustentado en tres principios básicos: proteger la salud individual y colectiva de la comunidad universitaria, colaborar en frenar la curva de propagación del virus y minimizar el impacto en la actividad», explica.
Colaboración inequívoca de
la UJI ante esta situación
La rectora considera que «la mejor manera de colaborar es facilitar al máximo el desarrollo de la actividad sin que sea precisa la presencial». Así, a partir de este lunes el alumnado podrá seguir su formación sin asistencia física y el personal desarrollar su labor sin poner en riesgo su salud y ayudando a poner freno a la epidemia».
Otro ejemplo ha sido la respuesta a la petición de colaboración de las autoridades sanitarias. «En solo 48 horas fuimos capaces de ofrecer equipos y experiencia en la tecnología para el diagnóstico del covid-19; equipamientos de impresión en 3D para la fabricación de respiradores; grupos de investigación de ciencia básica con experiencia en el desarrollo de inhibidores de proteasas activos contra otros coronavirus; atención psicológica y material sanitario: 16.400 guantes, 450 mascarillas, 150 batas, 150 gorros quirúrgicos, 130 gafas de protección y 4 equipos de protección individual, además de otro material complementario».
Desde las consellerias (Sanidad y Universidades) han contactado con la UJI para conocer el proceso y tiempo de fabricación. «La disposición de nuestro personal es total para colaborar con lo que las autoridades necesiten», dice.
También alguna empresa ha ofrecido a la UJI sus impresoras 3D para colaborar en la fabricación de este tipo de material para atender la alerta sanitaria.
Seguimiento de las clases
de forma no presencial
Se podrán seguir de forma no presencial a través del Aula Virtual y de las aplicaciones de Google. Son las mismas herramientas que ya se estaban utilizando, pero haciendo más énfasis en las opciones de comunicación y de interacción con el estudiantado: foros de avisos y de tutoría pública, diálogos para tutoría privada, videoconferencia y grabación de vídeos, etc. Además, se ha puesto a disposición del profesorado guías, manuales, recursos y herramientas de docencia en línea.
Según Alcón, afortunadamente la gran mayoría del alumnado cuenta con ordenadores, tablets y otros dispositivos móviles. Pero en el caso de que algún estudiante tenga dificultades, se analizará cada caso de manera personalizada para que nadie se quede sin seguir la docencia no presencial por cuestiones económicas.
Alumnos con trabajo de fin
de master o grado pendiente
Desde cada titulación, y también en el caso de los másteres, se deberá analizar la adaptación a la modalidad no presencial.
Desde las direcciones académicas, siguiendo las instrucciones del Consell de Direcció y en colaboración con las direcciones de centro, ya están trabajando para concretar aspectos, como por ejemplo laboratorios o prácticas, y también criterios y directrices para poder evaluar al estudiantado de manera virtual.
Va a depender de cuánto se prolongue esta situación y de la evolución del virus y las decisiones que adopten las autoridades sanitarias sobre el tiempo que se requiera limitar la presencia en el campus. Como ocurre en los trabajos de final de grado o de final de máster, en los exámenes habrá que tener en cuenta las singularidades de las asignaturas y las alternativas que hay en los procesos de evaluación.
Trabajadores que habrán
de acudir presencialmente
Se limitará a las actividades esenciales para el funcionamiento de la Universidad y siguiendo el criterio de la mínima presencia posible. En ese caso se deberán seguir las recomendaciones del Vicerrectorado de Campus y Vida Saludable, siguiendo las indicaciones de las autoridades sanitarias: extremar la limpieza de manos; mantener la distancia social de al menos dos metros; limitar al máximo los desplazamientos y evitar el contacto con elementos comunes, entre otras.
¿Qué pasará con las prácticas del alumnado?
Todas aquellas que se deban realizar de manera presencial están suspendidas y se han dado instrucciones para reprogramarlas, siempre que la alerta sanitaria lo permita. En el caso de prácticas clínicas y en centros educativos, se atenderá a las normativas específicas que dicten las consellerias. Las prácticas curriculares externas ya iniciadas que puedan hacerse telemáticamente se mantienen, siempre que los tutores y tutoras así lo validen.
Posibles efectos de la
crisis en el calendario
En el caso de la UJI, el calendario académico se ha mantenido. No ha habido ningún parón porque, del 16 al 22 de marzo, ya era una semana no lectiva por la Magdalena. Respecto al periodo de preinscripción, «haremos todo lo posible para que el impacto sea el menor posible, pero dependerá de cómo evolucione la pandemia».
Tranquilidad y confianza pese
a la crisis sanitaria y social
La rectora transmite que «estamos viviendo una crisis sanitaria y social sin precedentes, «pero desde la Universitat estamos haciendo un esfuerzo enorme en todos los ámbitos --docencia, investigación y gestión-- para limitar los efectos sobre la actividad universitaria». Alcón subrayó que «ha sido un esfuerzo colectivo de la Universitat: el Consell de Direcció, los vicerrectorados, los equipos de dirección de centros, las direcciones académicas, el personal docente e investigador, el de administración y servicios y el alumnado.
