El asesinato por violencia machista producido en la noche del pasado jueves en Almassora, donde presuntamente un vecino de dicha localidad, de 35 años, mató a su esposa en presencia de sus dos hijos pequeños para, posteriormente, entregárselos a su cuñada, ha convulsionado a la provincia de Castellón en época de confinamiento por el coronavirus. Y precisamente el hecho de estar encerrado en casa abre el debate de si esta situación puede afectar en la mente humana e incluso que sirva para que puedan brotar casos de violencia machista, aumente el número de suicidios o de intentos de quitarse la vida, peleas en casa, divorcios…

Mediterráneo ha querido analizar todo este tipo de circunstancias y situaciones que podrían derivarse a raíz del confinamiento por el covid-19 con una especialista en la materia, Patricia Flor Arasil, vila-realense, psicóloga jurídica y mediadora familiar, especializada en familia y parejas, y que es docente de la Universidad Internacional de València y directora del Centro de Psicología Patricia Flor en Vila-real.

--¿Cómo afecta el confinamiento a la mente humana? ¿Va a dejar secuelas?

--El confinamiento podría verse o considerarse como un tipo de aislamiento social. Dado que hay pocos estudios relacionados con los efectos secundarios que puede tener un confinamiento, añadimos a esto que no solamente se trata de un aislamiento social, sino que es un aislamiento que no se hace por elección propia y que además se ve afectado por la incertidumbre y sobreinformación. Ligado con la afectación de un aislamiento o el confinamiento a la mente humana, podría variar en culturas y personas. Por supuesto, personas más sociales (extrovertidas) o ansiosas, probablemente tengan mayores dificultades para adaptarse.

A grandes rasgos, estrés y ansiedad sean probablemente las consecuencias negativas directas más frecuentemente asociadas. Esto puede tener secuelas una vez finalizado el confinamiento. Desde cambios conductuales (evitar lugares concurridos, lavarse las manos y estar hipervigilante respecto a la higiene fuera de casa), estrés post traumático, o episodios depresivos. Aunque no todo tiene que ser necesariamente negativo. También pudiese derivar en consecuencias positivas, como la valoración de nuestra salud y la salud del resto como un acto de responsabilidad social, además de aprendizajes personales y vitales, o incluso con una mayor fortaleza psicológica.

--¿Puede que la gente no sepa dominar la situación y podamos llegar a perder el norte, la noción de la realidad, etc.?

--La sensación de perder el norte o la noción de la realidad, incluso el sentimiento, la percepción de no creerse lo que se está viviendo (negación), o parecer surrealista lo que está ocurriendo, son muy típicas en personas que están sufriendo un estrés agudo y, por tanto, puede ser predecesor de estados neuróticos.

--¿Afecta igual al hombre que a la mujer? ¿Cómo afecta a los niños?

--No existen estudios al respecto. Lo que puedo añadir aquí es que existe mayor prevalencia de trastornos del estado anímico, sobre todo depresión, en las mujeres.

Con respecto a los y las menores, puede llegar a afectarles, sino igual, de manera similar a una persona adulta, expresado en forma de rabietas, frustración, nerviosismo. Es por ello muy importante el mantenimiento de las rutinas (respetando los horarios habituales, tiempo para actividades lectivas, tiempo para ocio individual y ocio en familia...).

--¿El confinamiento puede derivar en casos de depresión e incluso temas más delicados o profundos que lleven a incluso pensar en suicidios, etc.?

--Puede derivar en episodios depresivos (uno de los criterios de la depresión es la ideación suicida, por lo que podría existir tanto la posibilidad de pensar en el suicidio como de cometerlo), y la aparición de estrés postraumático. Contar con medidas y recursos para su prevención es importante para reducir el impacto y que las consecuencias se aminoren. Hay que tener en cuenta la percepción de normalidad de ciertas reacciones como pueden ser el miedo, la ansiedad, o la desesperación. Dentro de unas limitaciones, es normal sentirnos así, dado que no es nuestra forma habitual de vivir.

--¿Cómo puede afectar en los matrimonios, al no estar acostumbrados a estar tantas horas juntos y encerrados, e incluso tantas horas con los hijos?

--Pasar mucho tiempo con personas, ya sea en pareja, o familia con hijos e hijas, hace que puedan aparecer conflictos. Si a la situación actual le añadimos la tensión que pueda generar la incertidumbre, sensación de caos, y malestar… podría llegar a convertirse en una bomba. Primero, porque las emociones se contagian, nuestras apreciadas neuronas espejo, que son la clave de la empatía, también captan la sensación de malestar; y, segundo, la gestión de los conflictos, es decir, que una comunicación orientada hacia lo negativo, hacia la búsqueda de culpables de la situación y cuyo ingrediente principal es el reproche en lugar de la negociación o hallazgo de la solución, está, sin duda, predispuesta al fracaso.

-¿El confinamiento puede acrecentar o hacer brotar más situaciones de violencia de género e incluso asesinatos como lo sucedido en Almassora?

--Las manifestaciones de maltrato físico, psicológico, económico, social y sexual, se irán incrementado durante el confinamiento. Una de las problemáticas principales de las personas víctimas de violencia de género que conviven con una persona maltratadora sería no tener espacios de alivio sin ella. No significa tener un espacio en casa para la víctima, sino más bien que la persona maltratadora no se encuentre en casa.

Si tenemos en cuenta que los episodios de maltrato comienzan con una provocación verbal, cómo evitar ello resulta complicado, además de tener la sensación de imposibilidad de huir o pedir ayuda. Esto genera en la persona víctima la sensación de imposibilidad de salir de la situación, o lo que en psicología se llama indefensión aprendida.

-¿Cómo se pueden prevenir estas situaciones de maltrato?

-Para su prevención es necesaria la colaboración, por supuesto, de organismos públicos y servicios de emergencias, pero también que el vecindario, amistades o familiares de la víctima pudieran ser conocedoras de la situación y tener un frecuente contacto social (por videoconferencia o llamada) sería recomendable.

Para las personas víctimas, muy importante disponer de un teléfono móvil a mano siempre, evitar responder a provocaciones o entrar en los conflictos, también evitar aislarse en espacios cerrados y sin ventilación (buscar las ventanas cercanas).