Los cerca de 16.000 empleados del sector azulejero de la provincia están a expensas de saber cuál será la evolución de su actividad en las próximas semanas. Fuentes de las propias compañías y de fuerzas sindicales mencionan que el ritmo en las fábricas sigue siendo elevado, pero muchos dudan de que se pueda mantener si la situación de excepcionalidad se alarga. Tanto por el descenso de pedidos como las dificultades de exportar a algunos países, que han cerrado mercados por la llegada del coronavirus. A este panorama se une el precedente de Italia, que ha suspendido todo sector productivo no considerado de esencial.

Uno de los principales grupos de la provincia, Porcelanosa, que cuenta con 3.000 empleados, ya dio a conocer que el viernes comienza una parada técnica, con la finalidad de preservar la salud y evitar el riesgo de contagios. Por contra, el otro gigante, Pamesa, reveló que seguirán con su línea de producción. Una determinación que también señaló el grupo Kerabén, que piensa seguir con la planificación iniciada el lunes de la semana pasada, en pleno vigor de las restricciones marcadas desde el Ejecutivo.

La patronal de la cerámica, Ascer, detalló ayer en un comunicado que la industria «está comprometida con la seguridad de sus trabajadores y está tomando medidas de prevención en las empresas, más allá de lo exigido por las autoridades sanitarias». Además, defiende que es «necesario que nuestro Gobierno asegure el bienestar de los trabajadores, pero también la supervivencia de las empresas para que, pasada esta crisis, las personas tengan un trabajo al que reincorporarse».

«SEGUIMOS TRABAJANDO» / Una idea parecida es la expuesta por la Asociación Nacional de Fabricantes de Fritas, Esmaltes y Colores Cerámicos (Anffecc). «Estamos tomando todas las medidas de precaución necesarias y de momento vamos a continuar trabajando, a menos que haya una obligación de suspensión de la actividad por parte de la autoridad», señalaron. La entidad mostró su apoyo «a todo el colectivo médico, Gobierno central y autonómico, poniéndonos a su servicio en todo cuanto podamos ayudar para conseguir superar esta situación».

En la parte económica, solicitan medidas para garantizar la subsistencia. «Es imprescindible dotar de liquidez al sistema para poder mantener la actividad de nuestras empresas, como hasta ahora», indicaron, y detallaron que los supuestos para aceptar la presentación de una regulación temporal de empleo «dejan de lado cuestiones fundamentales para nosotros como la perdida de pedidos provocadas por las restricciones de terceros países o las restricciones de entrada de personas a determinados países, lo que dificulta, sobremanera, la labor comercial».

Respecto a la prevención, «se están siguiendo protocolos de seguridad extremando las medidas de higiene y prevención para evitar posibles contagios». Esto implica «no solo implementar medidas dentro de las plantas, sino también la restricción de visitas, reuniones físicas o viajes». Por ello cuentan con un documento interno para las compañías implementen «todas las medidas necesarias en sus instalaciones».