El president de la Generalitat, Ximo Puig, considera que las actividades económicas permitidas durante el estado de alarma por coronavirus «se desarrollen con las máximas garantías para los trabajadores, eso es fundamental». De esta manera hizo referencia al debate suscitado sobre la conveniencia de que las industrias o la construcción, sectores en los que no es posible desarrollar la mayor parte de actividades a distancia, tengan que cerrar temporalmente sus puertas, como ya ocurre en Italia.

El jefe del Consell mencionó que estas cuestiones forman parte del real decreto aprobado por el Gobierno, y es competencia de la Administración central decidir si se amplían los ámbitos de confinamiento. «Es una cuestión que hay que abordar desde una visión general», para evitar posturas distintas según los territorios.

MEDIDAS / La Confederación Empresarial Valenciana (CEV) y la Asociación Valenciana de Empresarios (AVE) apoyaron la determinación del Ejecutivo de mantener las actuales medidas. Para la CEV cerrar la industria supondría «un shock total sobre la economía real y una mayor destrucción de puestos de trabajo», y que impediría «el correcto funcionamiento de la actividad de los sectores esenciales, básicos para hacer frente a la crisis sanitaria».

Por contra, las principales fuerzas sindicales abogan por interrumpir detener la construcción, con la idea de que los empleados sufren el riesgo de contagiarse.

El dirigente autonómico se reunió ayer por videoconferencia con los agentes sociales, en un encuentro que incluyó al presidente de la CEV, Salvador Navarro, el secretario general de UGT-PV, Ismael Sáez y el secretario general de CCOO PV, Arturo León. También participaron el conseller de Hacienda, Vicent Soler y el conseller de Economía, Comercio y Trabajo, Rafael Climent.