¿Cómo afecta el coronavirus a la cultura? ¿Cuál es su impacto en lo económico? ¿El ámbito cultural castellonense está preparado para superar esta inesperada crisis? Para responder a tales cuestiones hemos querido conocer la opinión del director del Institut Valencià de Cultura (IVC), Abel Guarinos.

—Sabiendo, como es esto, un caso excepcional, quisiéramos saber cómo afecta al Institut Valencià de Cultura el aplazamiento de toda su actividad. No nos referimos únicamente al ámbito económico, sino de reorganización de toda la agenda. ¿Qué les supone?

—Nuestra obligación ahora es doble y en dos sentidos: trabajar para que el ciudadano no se pierda nada de lo que le habíamos propuesto en el Teatre Principal, en el Auditori, en el Museu de Belles Arts, en el EACC, en las sesiones de la Filmoteca, en las ciudades del Circuit Cultural Valencià, etc., proponiendo nuevas fechas para las funciones y conciertos y ampliando el calendario de las exposiciones; y trabajar para minimizar los problemas económicos que esta crisis del Covid-19 va a suponer en los profesionales valencianos dedicados a las artes. Y, créeme, este es el gran problema.

—¿Qué papel juegan en este caso las aseguradoras?

—Este es un caso de fuerza mayor y es inédito —e inaudito— que se declare un estado de alarma. Esta magnitud, desgraciadamente, no la van a cubrir las aseguradoras.

—Desde su punto de vista, ¿cuál cree que será el sector más afectado? ¿El musical, tal vez el de artes escénicas?

—Aunque es cierto que las creaciones audiovisuales y plásticas permiten un cierto «almacenamiento» o «reserva» y que las artes escénicas y musicales se enfrentan al directo más absoluto, y día que no se levanta el telón está perdido el concierto o «el bolo» (el jornal), todas las artes se verán afectadas en proporción al tamaño e inmediatez de sus proyectos.

—Teniendo en cuenta esta nueva «realidad», ¿cómo han reorganizado a todo el personal que trabaja en el IVC, desde los técnicos de sala a los vigilantes, etcétera, de los diferentes espacios?

—Como propuesta inmediata y con la intención de colaborar con la ciudadanía en parar el contagio del coronavirus, la gran mayoría de los trabajadores del IVC están en «teletrabajo» y conectados desde sus casas; y a medio plazo utilizaremos el tiempo para actualizar escenarios y salas con el deseo de poderlos abrir pronto al público.

—Aunque en la primera pregunta no quisimos centrarnos puramente en lo económico, debemos incidir en ello. ¿Han hecho un estudio o previsión de las posibles pérdidas que el coronavirus pueda ocasionar a las arcas del IVC?

—El IVC es un ente público y de servicio público. Nuestras pérdidas económicas no serán preocupantes. Pero sí pueden serlo las de las empresas y profesionales de todos los sectores implicados. Una primera estimación de ECONCULT, la unidad de investigación en economía de la cultura de la Universitat de València, nos aproxima a los 15 millones de pérdidas en menos de un mes de parálisis, atendiendo el gasto medio en cultura de los valencianos.

—Todos los espacios que dependen del IVC permanecerán cerrados hasta nuevo aviso. Hay quien dice que esta pandemia acerca al ámbito profesional de la cultura a un cierre total. Está claro que no hay que se tan dramáticos pero, ¿retomar la actividad será fácil?

—Cuanto más rápidas y eficaces sean las actuales acciones contra el coronavirus, más fácil será retomar la actividad, teniendo tranquilo y sin miedos al ciudadano ávido de vivir con la cultura. Nuestra programación y medidas puntuales deben incidir en hacer viable el regreso a la normalidad y al uso y disfrute del teatro, la música, las artes plásticas, el cine, la danza… y la reflexión. Ni de lejos estamos cerca de un «cierre total de la cultura».

—¿Cuál es la relación que mantienen a diario con la Conselleria d’Educació, Cultura i Esport con el objetivo de seguir las novedades referentes a la epidemia? ¿Cómo trabajan?

—Es una relación permanente, de 24 horas al día y los siete días de la semana. En paralelo a cómo se iban desarrollando los acontecimientos, el mismo primer fin de semana de estado de alarma desde la propia Conselleria de Educación, Cultura y Deporte se empezó a trabajar con propuestas y planes con los que minimizar el impacto de esta crisis en los profesionales valencianos del teatro, el audiovisual, la música,… y este mismo viernes el conseller Marzà ya presentó el plan reaCtiva con todas estas medidas, y ya estamos inyectando 4 millones de liquidez en el sector, pagando las últimas subvenciones concedidas.

—Entidades como el Museo del Prado o el Reina Sofía de Madrid han puesto en marcha iniciativas con tal de conectar a la gente en estos tiempos de cuarentena, como las visitas virtuales a sus salas, por ejemplo. El IVC plantea hacer alguna iniciativa similar? ¿Se podría visitar de forma virtual el Museu de Belles Arts de Castelló o ver las películas que programa la Filmoteca Valencian on line

—En nuestra web (ivc.gva.es) ya tenemos operativa una programación de carácter semanal con propuestas que se pueden ver on line, en lo que hemos llamado Canal QuedatACasa de l’IVC, con espectáculos, exposiciones, conciertos y audiovisuales valencianos, producidos o subvencionados desde aquí. Aunque esta programación ni puede ni quiere competir con las plataformas audiovisuales por todos conocidas.

—Desde su punto de vista, y como una opinión personal, ¿esta es, pese a todo, una oportunidad para reajustar nuestra manera de valorar la cultura?

—Aunque, por encima de todo, esto es una desgracia, sí que debería hacernos repensar algunos aspectos de nuestra vida. Y nuestra vida sin cultura y sin actividad cívica, colectiva, artística, festiva y reflexiva no tiene ningún sentido. El IVC debe estar a la altura para incidir en esto.