Tras constantes avisos durante los 15 días que lleva en vigor el estado de alerta, la Policía Local de Onda detuvo ayer finalmente a un vecino que ha incurrido en «reiterada desobediencia», además de haberse convertido en un problema no solo para los propios agentes, sino también para el resto de ciudadanos.

Esta persona, a quien emplazaban a diario para que se resguardara en un hogar social durante el periodo de confinamiento, ha estado dedicándose este tiempo a «entrar en establecimientos de alimentación sin guantes ni protección después de rebuscar en las basuras». Por si fuera poco, «tosía a propósito a los agentes para que no se acercaran a él». Ayer, algunos vecinos pudieron verlo deambular por la localidad antes de que la policía lo alejara de manera definitiva de la vía pública para que deje de poner en riesgo su propia salud y, sobre todo, la del resto de personas.