La enfermedad de la sarna sartrópica ha rebrotado de nuevo entre la población de cabra hispánica en pleno confinamiento, periodo que ha comportado la interrupción de toda la actividad cinegética, así como del protocolo establecido entre cazadores y Generalitat Valenciana para combatir la propagación entre los animales.

Y es que, durante las últimas semanas se ha detectado la presencia de ejemplares de esta especie en las proximidades de los núcleos urbanos. No obstante, el hecho que más preocupa es que se ha reportado un alarmante repunte de algunos de ellos con síntomas compatibles con la sarna.

Es por ello que los agentes implicados solicitaron al Consell la reactivación del plan de control, algo que finalmente ha autorizado. Por lo tanto, los cazadores de Els Ports han podido ya retomar este protocolo para intentar frenar el avance y reducir daños.

PIENSO MEDICALIZADO

Con la aprobación de la orden se les permite continuar las labores, entre las que figura el reparto de pienso medicalizado como una de las principales medidas de la estrategia y que pretende que los animales estén medicados contra la enfermedad y dificultar así su transmisión entre los mismos.

En este sentido, Jorge Querol, presidente de la Asociación de Cazadores de Morella señala que «la situación es grave y no podemos parar tanto tiempo el protocolo, porque si no después la situación será totalmente incontrolable», comenta al respecto.

Durante estas semanas, según explica Querol dedicarán sus esfuerzos a «repartir el pienso medicalizado por las zonas de paso de las cabras». Asimismo, también abaten a aquellos animales que presentan estadios de la enfermedad avanzados, detalla sobre el procedimiento.

PREOCUPACIÓN

Pese a todo las cifras continúan preocupando. A lo largo de esta temporada han fallecido solo en el coto de Morella más 30 ejemplares a causa de la sarna, un dato que continúa en aumento y que alarma al sector, ya que la cabaña de cabras corre un alto riesgo de contagio y, por extensión, la supervivencia de la especie en la provincia de Castellón puede correr peligro. Diferentes estudios advierten en esta línea que en un plazo máximo de 10 años la enfermedad se podría propagar por la población de todo el territorio provincial.

Por ahora, los montes del interior fronterizos con las comarcas de Teruel y Cataluña continúan siendo los más castigados por esta dolencia, ya que fue allí donde se originó el primer brote a principios del año pasado y que causó centenares de muertes que en puntos concretos han llegado a suponer el 90% de la cabaña de cabra hispánica existente.

En concreto, la Comunitat Valenciana registró los cinco primeros casos de sarna en abril del 2019, número que se elevó durante los meses siguientes. Ante ello y tras reuniones y reclamaciones de veterinarios, cazadores, ganaderos, forestales y otros expertos del sector, la Conselleria de Agricultura optó por poner en marcha este protocolo para reducir el impacto de la dolencia.