Maribel Marco, natural de la Vall d’Uixó, y Reme Navarro, de l’Olleria, son enfermeras y ejercían, hasta que comenzó la pandemia, como supervisoras del bloque quirúrgico. «El que nos tocó hacer fue un cambio muy importante. Pasamos de estar en un quirófano al uso a estar en la UCI de covid-19. Era un trabajo que desconocíamos y fue muy complicado. Sientes miedo a tu propio contagio y a infectar a tu familia, no tienes respuestas a muchas preguntas, no sabes cuándo acabará esto...», aseveran. «La vestimenta que tenemos que ponernos: las pantallas, buzos, gafas, mascarillas...ya forma parte de nosotras. Nos cuesta unos diez minutos vestirnos y un compañero supervisa que lo llevemos todo bien puesto», indican.

La enfermera castellonense Lledó Guillamón, supervisora de UCI, remarca que nunca les ha faltado material en la UCI. «Acaban de llegar cuatro respiradores que ha comprado la Conselleria, tenemos purificadores de aire y nos hemos volcado en la organización», sostiene.

"El tema de los familiares que no han podido entrar en UCI cuando las visitas estaban totalmente restringidas por seguridad ha sido duro. Los llamábamos una vez al día y queremos agradecerles todo su esfuerzo y comprensión", apunta Guillamón.