Se han convertido, junto con el resto de profesionales sanitarios, en los héroes de la pandemia. Los médicos son un eslabón esencial en el sistema. Son los que están en primera línea de combate, incluso sin la protección necesaria en los inicios de la crisis sanitaria. El presidente del Colegio de Médicos de Castellón, José María Breva, repasa las claves asistenciales, los problemas encontrados y aborda el reto que tienen ahora por delante los centros de salud y los cerca de 450 médicos de Primaria, que como él mismo, deben frenar el coronavirus a través del diagnóstico precoz.

--Los médicos se han convertido para muchos ciudadanos en héroes. ¿Olvidamos que detrás hay personas con sus miedos y problemas?

--En la tarea de atajar el coronavirus no hay héroes, hay personas con una gran dosis de profesionalidad y de humanidad. Somos médicos y como tal nuestro trabajo es curar, sanar, aliviar y acompañar a los pacientes. Esos son los principios que ponemos en la práctica diaria y en situaciones de gravedad como la actual. Lo que ocurre es que ahora nuestro trabajo se visibiliza más porque los ciudadanos confían en nosotros su salud. Y lo hacemos sin buscar ningún protagonismo, pero con la gratitud que recibimos de nuestros pacientes, lo que es de agradecer. Cuando pase esta pandemia, que pasará, y dejemos de ser protagonistas en los informativos, seguiremos trabajando por la salud de nuestros pacientes y esperemos que este reconocimiento tan generoso que nos da la sociedad materializado en ese aplauso masivo y emotivo de todas las tardes persista y se convierta en un respeto mutuo entre paciente y médico.

-Los contagios entre los sanitarios no cesan y hay cerca de 60 casos en la provincia todavía activos. ¿Cómo valoran la actuación de la Conselleria en cuanto a la provisión de recursos?

--Los datos lamentablemente así lo demuestran, hay un gran número de sanitarios contagiados y compañeros que desgraciadamente han fallecido, 44 médicos en activo según datos de la OMC, ante esta falta de equipos de protección, que denunciamos desde el colegio como otros colectivos. Unas medidas de protección y unos recursos que han tardado en llegar. Desde la Administración no se han puesto las medidas oportunas para evitar estos contagios, pues han faltado equipos de protección interpersonal ((EPI), mascarillas y pantallas.

-- ¿Cree que le mandaron a primera línea de fuego con las manos vacías?

--No nos han enviado, estábamos ahí y ningún sanitario se ha negado a asistir a los pacientes. Esta epidemia ha desbordado todas las previsiones y no se ha sabido actuar con prontitud. Hemos ido siempre por detrás de ella y los cambios para adaptarse se han aplicado sobre la marcha sin saber cómo resolver las necesidades existentes.

--Hay profesionales que se plantean denunciar a Sanidad por la situación de desprotección. ¿Cómo lo valoran desde el colegio?

--Primero tendremos que salir de esta situación y recuperar la salud de la población Después valoraremos, de forma conjunta, las acciones ante la Administración por lo sucedido, por la gran desprotección con la que nos hemos encontrado. Como colectivo no se nos ha pedido colaboración ni asesoramiento por parte de la Administración autonómica, pese a que la hemos ofrecido desde el primer momento. Además, no hemos recibido información detallada de las acciones o resoluciones que se iban a tomar. Ha habido mucha improvisación.

--Este lunes empieza una nueva fase de la desescalada en la zona norte de la provincia, donde los centros de salud y, por tanto, los médicos de familia tendrán un papel clave en la prevención de la pandemia. ¿Disponen los ambulatorios de medios para incrementar su carga asistencial?

--No creo que este lunes se recupere la normalidad en la Atención Primaria, pese a lo anunciado por la consellera. Lo lógico y prudente antes de anunciar que se va a recupera la actividad que había en los centros de salud antes de la pandemia, sería tener una planificación y programación de cómo se va a recuperar esa normalidad y con qué recursos.

- ¿Cuál cree que debe ser la función de la Atención Primaria a partir de ahora?

--La Atención Primaria es la puerta de entrada al sistema sanitario y es el primer contacto del ciudadano con la sanidad. Durante muchos años ha sido dejada de lado, al no haber una correcta planificación de las necesidades de la misma, tanto en recursos humanos como materiales. Por eso la situación se ha ido agravando y ahora se ha puesto en evidencia. No se ha realizado una inversión adecuada para conseguir esa calidad en la atención a la población.

- ¿El colapso ya crónico de los centros de salud se verá ahora incrementado?

--Por supuesto que sí. Y no solo en Primaria, sino en todos los ámbitos sanitarios. Actualmente, la gran demanda asistencial es por el coronavirus y ello ocupa la mayor parte de la asistencia. Pero no hay que olvidar que existen más patologías que afectan a los pacientes, las cuales no han sido evaluadas de forma continua, ya que se han dejado para más adelante. En el momento que se normalice la asistencia, aumentará el volumen de consultas de los ciudadanos y ello generará un colapso en los centros de salud.

-¿Qué opina acerca de la política de recortes en sanidad, es decir, cree que puede haber influido en la respuesta a la actual crisis?

--Obviamente la respuesta es sí. Los profesionales sanitarios conviven de manera demasiado habitual con los recortes y la precariedad laboral y esto es muy preocupante. La Atención Primaria es el tejido vertebrador de nuestro sistema sanitario y no puede acumular la serie de problemas que tiene, se debe sanear. Por poner un símil, esto es como un bosque, si está limpio es más difícil que arda y más fácil el acceso. Lo que está claro es que los recortes en sanidad van en detrimento de la salud de la sociedad.

--Al hilo de la pregunta anterior. ¿Cree que la precariedad laboral (contratos por días…) ha podido influir en la salud del sistema sanitario?

--La precariedad en cualquier profesión genera inseguridad y durante mucho tiempo esta situación laboral ha prevalecido y prevalece en el sistema sanitario. Esa precariedad ha generado contratos poco dignos y condiciones laborales desfavorables. Tenemos el ejemplo de los contratos de los voluntarios que están en contacto con el covid-19 --como informó Mediterráneo cobran 1.120 euros al mes--. La situación de precariedad del sistema ha llevado a la realización de contratos de días con condiciones lamentables.