El coronavirus precipita la salida de prisión del entrenador de gimnasia rítmica de Betxí y conserje del polideportivo municipal acusado de presuntos abusos sexuales a cinco de sus discípulas. Carlos F.C., que permanecía en prisión provisional desde marzo del 2018, queda ahora en libertad con cargos y bajo fianza de 10.000 euros tras el aplazamiento sin fecha, debido a la crisis sanitaria internacional, del juicio que debía celebrarse contra él el mes que viene en la Audiencia Provincial.

El tribunal de la Sección Primera motiva en un auto al que ha tenido acceso Mediterráneo que «las circunstancias que se tuvieron en cuenta para decretar su ingreso en la cárcel han variado notoriamente, entre otras razones por el largo tiempo que lleva en prisión --se prorrogó en mayo del 2019-- y las dificultades que pueden derivar para su enjuiciamiento por la pandemia del coronavirus que estamos sufriendo». Por ello, los magistrados abogan por la puesta en libertad del acusado mediante la prestación de una fianza de 10.000 euros.

«A pesar de la existencia de indicios racionales de la comisión de varios delitos de abusos sexuales a menores, es lo cierto que el riesgo de fuga ha quedado muy reducido en función del tiempo que lleva en prisión provisional el acusado, de la carencia de antecedentes penales, y de su fuerte arraigo familiar, social y laboral», señala el tribunal castellonense.

Por lo que respecta a las medidas cautelares adoptadas, los magistrados determinan en el documento judicial que, una vez puesto en libertad y para asegurar la presencia del investigado y velar por las víctimas, «tendrá prohibida la salida y/o abandono de su domicilio durante el tiempo que dure el estado de alarma por la pandemia del covid-19».

DUDAS POR UNA MEDIDA

Esta última medida ha generado dudas entre las acusaciones y las propias afectadas y es que, según afirman, de la decisión judicial se desprende que Carlos F.C. no puede salir «para nada» de su domicilio, «ni para comprar, ni para pasear» mientras dure el estado de alarma, aunque la fase en la que nos encontremos lo permita. «El cumplimiento de una medida tan estricta es muy poco probable, así como también imposible el control de su cumpliento», mantienen las partes.

En su auto, los magistrados señalan que, una vez cesado dicho estado de alarma, el acusado «tendrá prohibida la salida del territorio nacional, retirado el pasaporte, y deberá comparecer los lunes de cada semana en el juzgado». Además, el tribunal le prohíbe la aproximación a menos de 500 metros de las víctimas y también de comunicarse con ellas por cualquier medio.

LA CASUÍSTA DE BETXÍ

La puesta en libertad del entrenador acusado de supuestos abusos sexuales ya ha sido recurrida por las acusaciones. La Fiscalía mantiene que la prisión provisional es la única medida que garantiza la seguridad de las menores y considera que dificilmente puede cumplirse la orden de alejamiento en un municipio como Betxí, de unos 20 kilómetros y apenas 5.000 habitantes.

El Ministerio Público cree que, por miedo a encontrarse con el procesado, acabarán siendo las propias víctimas las que limiten su propia libertad, por lo que solicita que, al menos, se le prohiba a Carlos F.C. la residencia en este municipio.

SEGURIDAD EN EL JUICIO

La celebración del juicio contra el preparador físico y conserje estaba señalado para los días 5, 16, 17 y 18 de junio. En la causa hay tres acusaciones, ocho defensas y estaban previstas medio centenar de testificales, lo que claramente hacía imposible garantizar las medidas de seguridad preceptivas por el coronavirus (entre ellas, la distancia de dos metros entre personas).

Carlos F.C., de 62 años, se enfrenta a una pena de 28 años, además una indemnización total de 46.000 euros para sus víctimas, que tenían entre seis y 14 años. Tras un primer ingreso en prisión provisional y posterior salida, el procesado volvió a tener contacto deportivo con menores, por lo que la Justicia volvió a decretar su entrada en prisión.