Los primeros días de terrazas en funcionamiento y de comercios abiertos sin cita previa han ayudado a que el aspecto de las ciudades de Castellón recupere parte del ambiente perdido como consecuencia del confinamiento obligado por el coronavirus. La mayor parte de organizaciones empresariales consultadas destacan que el balance es positivo, transcurrida una semana desde la llegada de la fase 1 a la mayor parte de la provincia. Un paso que en las localidades del norte, adscritas al hospital de Vinaròs, se dio con unos días de anticipación.

Había propietarios de negocios que mostraban cautela, debido a las reglas de distanciamiento y ante la posibilidad de que la ocupación de terrazas fuera escasa por el miedo al contagio. Pero se ha notado que el movimiento ha sido notable, sobre todo en el centro de los municipios más poblados. El presidente de Ashotur, Carlos Escorihuela, mencionó que este arranque está yendo «muy bien, con movimiento de gente en los establecimientos que han dado primero el paso de abrir», aunque considera que esta reapertura «es desigual según zonas». También indicó que los primeros días hubo quien se esperó, «y ha tomado la decisión aprovechando el fin de semana».

El presidente de Confecomerç Castelló, Juan Rodolfo Adsuara, indicó que las tiendas abiertas «rondan el 95%, entre las que ya lo hicieron en la fase 0 con cita previa y las que se han sumado ahora». Incidió en el papel del comercio textil, «que ha sido de los más perjudicados por estos dos meses sin abrir, sin tener ingresos y apenas ayudas», por lo que la acogida de la clientela ha sido muy bien recibida. Durante estos días hay quien ha aprovechado para comprar piezas que necesitaba cara a la primavera, y también el caso de familias que tenían la necesidad de renovar el vestuario de niños pequeños.

APOYOS / Adsuara también hizo hincapié en las facilidades aportadas por un buen número de ayuntamientos, «que han dado opciones para ampliar las terrazas de los bares, de modo que se ha respetado la distancia de seguridad con un número similar de mesas». Algo que ha sido crucial para muchos empresarios, que todavía no pueden hacer uso del interior de sus locales.

Desde la agrupación de Castelló Ashocas, Álvaro Amores apuntó a que ya son «dos terceras partes de los establecimientos adheridos los que ya están abiertos», aprovechando el fin de semana, mientras que el resto «tiene previsto hacerlo antes de que acabe este mes de mayo». Valoró la actuación de los empresarios como «ejemplar» a la hora de aplicar las normativas de seguridad marcadas en este proceso de desescalada y alabó el comportamiento de los clientes. «Desde luego que no queríamos que se produjeran algunas de las imágenes aparecidas en televisión de otros puntos de España», concluyó.

Tras dos meses de parón obligatorio en bares y tiendas había ilusión por tratar de recuperar la normalidad. Por el momento, la acogida de la gente es satisfactoria, y se espera que la evolución sea positiva a medida que se avanzan las fases. Especialmente en lo referente a la sostenibilidad económica de los negocios. El presidente de Confecomerç Castelló detalló el caso de aquellas tiendas dedicadas a la venta de ropa destinada a ceremonias. «Han sufrido la anulación de pedidos, pero si se retoman en las próximas semanas se normalizará la situación y empezarán con la recuperación», dijo.

El otro reto tiene que ver con los negocios que dependen de la actividad turística, que no confían en volver hasta que la movilidad entre provincias sea una realidad. Y también está la espera de la Conselleria de Sanidad para solicitar el paso a la fase 2. Como muy pronto, esto ocurrirá el próximo lunes. Aun así, desde las asociaciones empresariales lo ven como un mal menor, con la esperanza de que no haya rebrotes en las cifras de contagios, y por tanto que no haya que volver atrás durante este periodo.