Es la consecuencia más visible de un fenómeno, el boom inmobiliario, que tuvo en Castellónboom el escenario más propicio en el que desarrollarse. Miles de viviendas nuevas a lo largo de toda la provincia siguen sin encontrar comprador, y según las previsiones del sector inmobiliario parece que pueden continuar vacías mucho tiempo. Las estadísticas del Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana muestran que en el transcurso de la última década, y pese a la generalizada mejora de la situación económica, el mercado no ha sido capaz de absorber el elevado estoc que dicha época deja como herencia envenenada.

Cogiendo como referencia el ejercicio del 2010, en Castellón había un total de 34.366 viviendas nuevas sin vender. Diez años después, la cifra se sitúa en 24.625, tras años en las que el volumen incluso seguía creciendo conforme iban finalizando las construcciones pendientes (ver los datos en la gráfica de la derecha).

Es decir, que se ha conseguido vender sobre un 28% de este remanente desproporcionado para un territorio de este tamaño y peso demográfico. Y es que, todavía hoy es la provincia de España con el mayor porcentaje de estoc sobre el parque total de viviendas, con 5,81 por cada 100 habitantes. La buena noticia es que por ejemplo, en el 2012, era del 6,46%.

LIDERATO EN ESPAÑA // Las cifras del Ministerio dan una idea de cómo de intensa fue la fiebre por construir en Castellón a mediados de la década pasada. Tiene más estoc que comunidades autónomas enteras, como Galicia, Aragón, Asturias, Murcia o Baleares. País Vasco solo acumula 3.190 viviendas nuevas sin vender, aproximadamente ocho veces menos.

Lo peor es que nadie sabe muy bien cómo dar salida a esta bolsa de inmuebles. Las fuentes del sector consultadas por Mediterráneo coinciden en señalar que el principal problema es que muchas de estas viviendas están situadas en municipios que, a día de hoy, tienen poca o ninguna demanda, pese a que en el momento parecían inversiones que iban a tener salida comercial. «Esas promociones se van a quedar vacías para siempre, nadie se va a animar a comprarlas», aseguran.

Cosa distinta es lo que sucede en la capital de la Plana, donde los vendedores sí que están encontrando compradores, aunque a un ritmo sostenido.

A LA BAJA // Por el momento, las señales que manda el sector no son demasiado halagüeñas, afectado como no podía ser de otra manera por el covid-19. Según los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), el pasado mes de mayo las compraventas de viviendas disminuyeron hasta un 74% en Castellón respecto al mismo periodo del 2019, 249 por 953. Mal panorama pues para pensar en un eventual adelgazamiento de estoc acumulado.

La caída de las compraventas en mayo, además, fue más intensa en la provincia de Castellón que en Alicante y Valencia, donde disminuyeron pero en menor medida, alrededor del 60%.

Se da además otra circunstancia, que es que el descenso se agudizó en la parte final del confinamiento por el virus. En marzo y abril, las operaciones en la provincia disminuyeron un 29,5% y un 16,6%, respectivamente.