Después de que la Comisión Europea prohibiera a finales del año pasado el uso de los pesticidas clorpirifós y el metil clorpirifós para luchar contra la plaga del cotonet, el sector citrícola reclamó a las administraciones alternativas ante una enfermedad que causa daños por millones de euros. Una de ellas, expresada en las concentraciones de protesta de hace dos semanas, era que se permitiera la suelta del parasitoide Anagyrus aberiae, depredador natural de la plaga. Ayer, finalmente, el Ministerio de Agricultura dio la razón al colectivo y anunció la autorización de esta práctica, una vez comprobada su efectividad y su no afección a otras especies.

La tramitación ha sido costosa. El inicio del expediente data de febrero del año pasado, tras la solicitud de la Universidad Politécnica de València, y en marzo de este año se permitió la primera suelta de menos de 100 ejemplares de Anagyrus aberiae en la Vall d’Uixó. En paralelo, «y en previsión de una posible resolución favorable y para usar el parasitoide con la mayor premura», el Ministerio autorizó en abril la cría masiva del Anagyrus aberiae en insectarios de la Consellería de Agricultura.

En el sector citrícola castellonense hay satisfacción, aunque matizada en el caso de la Unió de Llauradors. «Es una buena noticia. El parásito controla la plaga al 70% o 80% y no desestabiliza a ninguna otra especie», indica su secretario general, Carles Peris, que no obstante añade que el problema ahora es «la falta de recursos» que sufrirá la Conselleria, organismo encargado de desarrollar esta actuación.

«Se tiene que criar el suficiente número de parasitos. Si le añadimos la suelta, hacen falta unos cinco millones», explica, señalando al Ministerio como responsable de esta infrafinanciación. «No tenemos un plan de erradicación de plagas y sufrimos unas cuantas, como el cotonet o la xylella, por lo que pedimos más empuje al Gobierno central», añadió.

Menos pegas pusieron desde la Cooperatives Agro-alimentàries de la Comunitat , que considera la autorización a la suelta del parásito como «la respuesta que el sector citrícola lleva meses demandando». Sin embargo su presidente, Cirilo Arnandis, advierte de que «llegará el momento de evaluar con precisión los daños que ha causado el cotonet para pedir ayudas e indemnizaciones».