Mascarilla sí, mascarilla no. Este es el debate constante que se mantiene en el seno del Consell en los últimos días.

La Generalitat se resiste a obligar, vía decreto, al uso obligatorio de la mascarilla como ya está sucediendo en casi toda España. Solo la Comunitat, junto a Madrid, es la única que no se decanta a priori por esta opción que el resto de regiones ya aplican o estudian poner en marcha en breve para mitigar los posibles rebrotes.

Dada la situación, la disparidad de criterios y la falta de una instrucción clara desde el Ministerio de Sanidad, ahora el Gobierno valenciano ha decidido dejar la decisión en manos de los epidemiólogos, es decir, que sean expertos los que decidan sobre este asunto, que no gusta al sector turístico, pero que aplauden otros colectivos, como los sanitarios.

La Generalitat advierte de que ese uso obligado no «blinda» ante conductas «irresponsables» porque precisamente la mayoría de los brotes están surgiendo en el ámbito familiar, donde la población se «relaja».

Por ello, insiste en apelar a la responsabilidad individual con el famoso eslogan póntela, pónsela. Así lo indicó ayer la vicepresidenta y portavoz, Mónica Oltra, quien ofreció toda la rueda de prensa, tras el pleno del Consell, con la mascarilla puesta para evidenciar, «pese a que no es lo más cómodo del mundo», que esta es la única vacuna frente al covid-19 que hay hasta el momento junto con la distancia interpersonal y la higiene de manos.

«No entendemos que se nos deba obligar a hacer una cosa que, en definitiva, la hacermos por nuestra salud y la de la gente que queremos», reiteró, al tiempo que insistió en que la normativa «irá cambiando en función de la evolución de la pandemia».

«Si al final se deben imponer medidas coercitivas para que la gente haga algo que es de sentido común se hará», afirmó Oltra.

A pesar de que el grueso de regiones ha optado por la obligatoriedad de la que, por el momento, rehuye el Consell, el protocolo aprobado por el Gobierno central y las comunidades para regir esta nueva fase de la pandemia no contempla el uso obligatorio de la mascarilla ni en el supuesto de una transmisión comunitaria descontrolada, que ahora no se está registrando en la Comunitat.

Sector turístico

La vicepresidenta rechazó que no se obligue al uso continuo de la mascarilla por las reticencias del sector turístico.

En este sentido, el secretario autonómico de Turismo, Francesc Colomer, señaló que sería «una pieza más del engranaje de lanzar un mensaje de responsabilidad y confianza a quienes tengan que tomar todavía la decisión de venir».

Por su parte, la presidenta del PPCV, Isabel Bonig, consideró que la «improvisación» del Consell sobre esta medida genera una «incertidumbre» que «no es propia de un gobierno responsable».