Los becarios de la UJI ya han retomado la presencialidad en sus prácticas extracurriculares, mientras que los programas incluidos en el currículo siguen suspendidos, salvo en el caso de que sean telemáticos.

Con la llegada de la pandemia y el confinamiento, unos estudiantes optaron por cancelar su colaboración con las empresas, otros se adaptaron al teletrabajo e incluso algunos decidieron aplazarlas al año siguiente.

Según fuentes de la Jaume I, la entidad cooperadora debe reunir una serie de requisitos para poder acoger al estudiante. Concretamente, el tutor aceptará que la empresa no se encuentra en ningún procedimiento de regulación de empleo (ERTE o ERE), que en ningún caso el becario sustituirá a un trabajador y también que la empresa ha iniciado la actividad presencial con todos sus trabajadores (o al menos en el departamento o sección donde el alumno realizará las prácticas).

Además, el supervisor elaborará un estudio de seguridad ante el covid y tomará las medidas marcadas por Sanidad. Igualmente, la empresa se hace responsable de formar al becario sobre los riesgos y las medidas de prevención, y proporcionará los equipos individuales necesarios para trabajar.

Por otro lado, estas medidas no son aplicables para las prácticas extracurriculares que se iban a realizar en centros de salud o residencias de mayores. El miedo ante los últimos rebrotes del virus ha sido definitivo para que no se plantee la presencialidad en estos escenarios, que deberán esperar hasta que la situación mejore para acoger a nuevos estudiantes.

La idea de la UJI es poder recuperar la normalidad en los grados sanitarios a partir del curso que viene, siempre que la pandemia dé un respiro y no se produzcan colapsos en hospitales como ya ocurrió hace solo unos meses. H