Se han convertido en uno de los principales escollos para frenar la propagación del coronavirus. Se trata de los asintomáticos, es decir, personas, muchas de ellos jóvenes, que no sufren ningún tipo de dolencia que les permita dar la voz de alerta de que han contraído la enfermedad. Sus casos salen a la luz gracias al minucioso trabajo de rastreo de médicos de familia, enfermeras y epidemiólogos que se dedican a ir en su búsqueda a través del estudio de contactos de una persona infectada. Son los positivos invisibles y, por ello, resultan los más peligrosos a la hora de controlar los brotes.

Según el último estudio del Instituto de Salud Carlos III sobre la evolución de la pandemia en las comunidades, que analiza las casuísticas hasta el pasado día 17 de julio, solo el 46,3% de los casos diagnosticados, desde el pasado 10 de mayo, en la Comunitat presentan síntomas o lo que es lo mismo un 53,7%, es decir, más de la mitad, no sufría ninguna dolencia que le hiciera sospechar que estaba contagiado.

Teniendo en cuenta los datos, son las personas más jóvenes las que entran dentro de este perfil, ya que en aquellas más mayores es más frecuente que se deriven cuadros clínicos de mayor riesgo y el coronavirus se deje notar. Por tanto, son ellos, los que tienen menos edad, en los que ahora están puestos todos los esfuerzos de concienciación después de que en las últimas semanas los positivos en estas franja de edad se hayan hasta cuadruplicado en la Comunitat.

Ocio nocturno

La relajación y el incumplimiento de las medidas de seguridad están detrás de la mayoría de rebrotes relacionados con el ocio nocturno. En estos momentos, el foco que más preocupa en la provincia es el relacionado con la discoteca de Peñíscola, que se expande con contagios por toda la provincia. Una situación similar se vive en el resto de la Comunitat con focos en Gandia y Santa Pola relacionados con este tipo de establecimiento.

De momento, la Generalitat ha decidido no imponer medidas drástica para el ocio nocturno como sería un cierre generalizado o una hora tope, como sí ocurre en Gandia (22.00 horas), mientras otras regiones, como Andalucía, País Vasco o Cataluña, se plantean seriamente poner coto a las fiestas por las noches.

Otro dato a resaltar es que son más ellas que ellos los que se contagian entre los 20 y los 39 años en la Comunitat, según las estadísticas de la Conselleria de Sanidad. En concreto, en estos grupos de edad hay contabilizados 2.299 positivos en mujeres y 1.523 en hombre en todo el acumulado desde el inicio de la pandemia.

Listos para otra oleada

pesar de que el número de nuevos positivos va al alza en la Comunitat, como sucede en el resto de España, poniendo en riesgo esta nueva normalidad, la consellera de Sanidad, Ana Barceló, garantizó ayer que la autonomía está preparada para una posible segunda oleada del coronavirus, con refuerzo de personal, camas, rastreadores y material para seis meses. «Espero que todos los brotes que están encapsulados y controlados», confío.

De todos modos, como ayer informó Mediterráneo, son los propios médicos los que alertan de la falta acuciante de facultativos para poder prestar una asistencia sanitaria correcta en Castellón, especialmente, ahora en pleno verano y con los continuos rebrotes existentes. Así, en el pleno de Les Corts, Barceló rechazó las críticas de Ciudadanos por la falta de sanitarios en vacaciones.

Asimismo, resaltó que los nuevos contagios están «sobre todo asociados al ocio nocturno y a fiestas familiares, incluso a fiestas privadas», remarcó Barceló.