La Unión de Ganaderos del Levante de Castellón se reunió ayer con el presidente de la Diputación, José Martí, para analizar las ayudas al sector taurino, que tiladaron de «irrisorias». Además, el presidente de la entidad, Daniel Ramos, indicó que la colocación de plazas de toros portátiles en los festejos «afecta negativamente al sector», ya que se trata, dice Ramos, de un parche que solo trae «pan para hoy y hambre para mañana» y no ayuda a «reactivar la actividad».

Así, Ramos manifestó durante el encuentro, al que asistieron también el vicepresidente y ganadero de La Espuela, Juanma Vicent; Pedro Jovani, tesorero; Sergio Centelles como secretario; y la vocal Laura Parejo, así como los diputados de Desarrollo Rural y Escuela Taurina, Santi Pérez y Lluïsa Monferrer, la «discriminación» que sufre el sector pecuario, uno de los «más olvidados» tras la pandemia, al que afirma «han abandonado pese a ser Castellón una de las provincias con más bous al carrer, en el que están involucrados miles de trabajadores en más de 80 explotaciones», denuncia.

El presidente de la Unión subrayó que la implantación de estas plazas móviles solo les permite «trabajar unos mínimos para mantenernos callados mientras que las ayudas de verdad siguen siendo insuficientes».

En la reunión en el palacio provincial --donde no se pudo acceder para realizar fotos-- el sector reivindicó una línea de ayudas sólidas destinadas a la práctica de la tauromaquia, ya que «el cuidado de las reses conlleva una serie de gastos inamovibles», y expusieron a Martí que la subvención de 119.000 euros es «irrisoria y vergonzosa», cuando «en otras comunidades con menos festejos llega a alcanzar los 700.000 euros».

INFORME ECONÓMICO

La Unión entregará a la Diputación un informe económico en el que detallarían todos los costes que soporta el sector ganadero con el objetivo de que «valoren el esfuerzo» y se comprometan, «de aquí a final de año» a lanzar una línea de ayudas «más amplia y sólida, que les permita cubrir sus necesidades».