La realización de obras ferroviarias en Castellón, y su consiguiente afectación en parte del servicio, ya se ha convertido en una costumbre de cada verano para los usuarios de la provincia. Desde anoche, la estación de Castelló es objeto de estas actuaciones, con la finalidad de culminar la adaptación de las vías al ancho internacional. Y en esta ocasión, el principal damnificado es el recorrido del AVE que hasta hace unos meses conectaba con Madrid.

La compañía estatal encargada de gestionar las infraestructuras ferroviarias, Adif, justificó la supresión de esta línea debido a que la ejecución en marcha «afecta al ancho internacional, por el que circula el AVE».

El trayecto fue anulado con la activación del estado de alarma por el coronavirus, y no regresó con la desescalada. En las últimas semanas, esta ausencia ha sido objeto de controversia política, e incluso el pleno de la Diputación del martes aprobó por unanimidad una moción en la que se exigía el regreso.

La información facilitada por Adif indica que en esta ocasión apenas habrá afectación en el resto de los trenes. La Larga Distancia mantiene sus cinco servicios por sentido en los Euromed e Intercity, con la única salvedad de un Intercity que varía su duración. Por otro lado, los tradicionalmente castigados Cercanías de la línea C6 solo ven reducido su horario estival en tres de las 54 circulaciones. A causa de la obra se suprimen dos de los trayectos entre València y Castelló y uno en sentido contrario. A esto se suma que han reducido frecuencias en los últimos días, como cada verano.

«GOLPE» / La portavoz de Ciudadanos en la Diputación, Cristina Fernández, calificó ayer de nuevo «golpe» para el turismo esta supresión del AVE Madrid-Castelló. «Todo son palos en las ruedas para un sector que es una de las principales fuentes de riqueza y oportunidades de la provincia». Opinó que las obras «son necesarias, pero sin duda no es el mejor momento».