El Hospital Provincial de Castelló ha puesto en marcha una consulta de oncogeriatría atendida por un equipo multidisciplinar del centro que se marca como objetivo ofrecer un tratamiento integral y personalizado a las personas de edad avanzada de la provincia que tienen esta enfermedad y así mejorar su calidad de vida.

La consulta, que inició su actividad en febrero, atiende a personas de más de 70 años que acaban de ser diagnosticados de cáncer. En ella, los especialistas elaboran una hoja de ruta a cada paciente para que resulte eficaz y tenga los menores efectos secundarios. Antes del inicio del tratamiento antitumoral, los enfermos reciben una completa atención para paliar déficits funcionales, nutricionales, cognitivos, anímicos y de tipo social, así como síndromes geriátricos, como comorbilidades severas y otras condiciones sobre las que es preciso intervenir para mejorar la tolerancia a la terapia realizada.

Estudio personalizado

La oncóloga que está al frente de esta consulta pionera, Irene Paredero, se ocupa de realizar la valoración geriátrica completa que permite evaluar la salud del adulto en toda su complejidad, es decir, toma en consideración todos los aspectos físicos, mentales, sociofamiliares y funcionales para tener así un conocimiento global del estado de salud de la persona mayor y, de esta manera, realizar un plan de trabajo con intervenciones apropiadas y personalizadas.

Asimismo, el papel de la enfermera Noelia Moliner es clave, pues se ocupa de coordinar al resto del equipo que interviene en el tratamiento de cada paciente, así como el de la especialista en medicina interna Ana Climent, encargada de la revisión de comorbilidades y del ajuste y seguimiento si el paciente lo precisa.

La innovadora consulta también cuenta con el apoyo de la especialista en nutrición clínica y dietética Patricia Sorribes, quien valora a los pacientes en riesgo de malnutrición o con malnutrición clínica. La labor de las psico-oncólogas del centro sanitario Pilar Peris y María José Gallego es igualmente destacable para tratar a aquellas personas que presentan ansiedad o depresión.

Además, si un paciente tiene una situación social deficiente es atendido por la trabajadora social Ana Torres para darle solución. «Todo este trabajo en equipo posibilita la realización de un informe que es de gran ayuda al oncólogo que va a tratar al paciente, pues establece recomendaciones terapéuticas y aspectos que pueden interferir en la tolerancia al tratamiento», explica la oncóloga Irene Paredero.