El cambiante escenario internacional a consecuencia del coronavirus está destrozando las ya de por sí menguadas expectativas que el sector turístico provincial tenía puestas en la llegada de turistas extranjeros. Las dificultades impuestas por el Reino Unido a sus ciudadanos para desplazarse a España, con cuarentena de por medio, y la recomendación de Francia de no pasar por Cataluña hacen que pasar unas vacaciones en Castellón se antoje difícil para los ciudadanos de ambos países.

En el caso del galo, el aviso de evitar la comunidad autónoma vecina por su alto nivel de contagios tiene un importante daño colateral. «Los turistas franceses que vienen en coche a la provincia tienen que pasar por Cataluña y muchos no van a hacerlo», explica Luis Martí, el vicepresidente de la patronal Ashotur.

Malas perspectivas pues respecto a los resultados de un mercado que significa el 49,3% de los visitantes extranjeros de Castellón, según datos de Turisme Comunitat Valenciana.

Mucho menor es el peso de los británicos en Castellón, pese a ser el segundo país emisor más importante. En el 2019, de las 5.827.720 pernoctaciones del colectivo en hoteles de la Comunitat, solo 43.877 (el 0,8%) fueron en los establecimientos provinciales (Alicante absorbe el 93%).

DAÑO REPUTACIONAL

No obstante, eso no significa que vaya a salir gratis. «Es cierto que la afección directa a las pernoctaciones no será muy significativa, pero a nivel reputacional nos puede hacer mucho daño como destino los mensajes que llegan desde el Reino Unido. Esto va a ser muy malo, sin ninguna duda», indica Martí, quien tilda las restricciones del Gobierno británico de «totalmente desproporcionadas».

Por el momento, las dos rutas aéreas que operan entre Londres y Castellón, operadas por Ryanair y Wizz Air, siguen funcionando, aunque desde el aeropuerto indican que «habrá que esperar unos días para valorar el impacto en la ocupación de los vuelos». Y es que Wizz Air ya interrumpió las conexiones con Katowice, Viena y Budapest a consecuencia de los pocos billetes que se estaban vendiendo durante estas semanas.

PETICIÓN AL MINISTERIO

El asunto preocupa, y mucho, en la Confederación Empresarial de la Comunitat Valenciana (CEV), que anunció ayer que ha solicitado al Ministerio de Industria, Comercio y Turismo que interceda ante el Gobierno británico para que reconsidere la decisión de incluir a la región entre el listado de destinos a los que recomienda no viajar y de imponer una cuarentena.

En opinión del presidente de la CEV, Salvador Navarro, la medida aprobada por el primer ministro británico, Boris Johnson, no está justificada, porque «nuestra comunidad es un destino seguro; el trazado de los contagios está funcionando y los rebrotes están controlados». «Establecer un corredor seguro entre la Comunitat y Reino Unido es imprescindible para recuperar la actividad y no penalizar más a uno de los sectores más castigados por la pandemia», indica Navarro, que recuerda que significa el 14% del PIB y que en destinos como Benidorm el turismo británico es el 40% del total.