Se esperaba con preocupación la Encuesta de Población Activa (EPA) del segundo trimestre, el que cubrió la mayor parte del confinamiento por el covid-19, y los datos han justificado esta inquietud. Más de un millón de empleos se perdieron en España durante ese periodo, en el que es el peor registro histórico. Castellón, por supuesto, no se ha librado del impacto, con 8.600 ocupados menos respecto a los tres primeros meses del año, aunque a nivel porcentual su caída es bastante inferior a la que marca la media nacional.

El número de desempleados en la provincia asciende hasta los 39.300, 600 más que en el primer trimestre. Esto eleva la tasa de paro hasta el 14,4%, frente al 13,8% de principios de año. Respecto a los ocupados, suman 232.800, una mala cifra comparada con el primer trimestre, pero mejor, incluso covid mediante, que la registrada hace un año (232.400).

El dato esperanzador es que el descenso porcentual en la ocupación en la provincia, del 3,5%, ha sido bastante inferior al que marca la media nacional, un 5,4%, y también a la de la Comunitat Valenciana, que llega al 6,20%.

Por sectores económicos, en todos se ha destruido empleo, aunque llama la atención que, pese a la crisis, en servicios haya más ocupados ahora que hace un año (154.2000 por 150.400).

Todos estos datos tienen sin embargo algo de incompleto, ya que no contemplan el impacto de los ERTE en el empleo. Y es que la metodología que se aplica en la EPA considera a los trabajadores afectados por este tipo de expedientes como ocupados.

Diálogo

Para el secretario general de CCOO en Castellón, Albert Fernández, «la EPA es mala pero podría haber sido mucho peor»; y se felicita de que «el diálogo social haya surtido efecto», en referencia a la activación de los ERTE.

Coincide en esa visión positiva el máximo representante de UGT en la provincia, Francisco Sacacia, aunque avisa de que «será el tercer trimestre el que nos dará una visión más precisa de la evolución del empleo durante la pandemia». «El hecho de que Castellón no dependa tanto del turismo internacional como, por ejemplo, Alicante, ha ayudado mucho», detalla.

Menos optimistas son en la Confederación de Empresarios Valencianos (CEV), ya que los datos globalmente considerados en la Comunitat no son buenos --es la cuarta comunidad autónoma con mayor descenso porcentual en el número de ocupados y suma a las listas del paro a 42.500 personas--.

«La severidad de la situación económica requiere en el corto plazo de medidas fiscales y laborales que permitan preservar el tejido productivo y el empleo, y en el medio plazo, pero sin demora, de reformas estructurales que incidan positivamente en los niveles de productividad», indican desde la patronal de empresarios.

El objetivo final sería «avanzar hacia un cambio de modelo productivo más inteligente, sostenido y sostenible».

Derrumbe

En España, la ocupación bajó en 1.074.000 personas en el segundo trimestre y la tasa de desempleo se sitúa ahora en el 15,33%. Desde el Instituto Nacional de Estadística (INE) matizan además que no todos los que han perdido su empleo han pasado a clasificarse como parados.

«Una parte considerable ha pasado a la inactividad, categoría que ha aumentado en 1.062.800 personas. Este incremento de la inactividad se debe fundamentalmente a que el confinamiento y el cierre de empresas han impedido a 1.628.500 personas buscar empleo», indican en el INE.