U na vuelta a las aulas atípica. En el primer curso de la era covid-19, las clases en la universidad reducirán su aforo al 50%. Será obligatorio el uso de la mascarilla en las instalaciones e incluso en la propia aula si no se puede garantizar la distancia mínima de 1,5 metros, y no se permitirá permanecer en los pasillos.

El protocolo de las conselleries de Universidades y Sanidad contempla que, antes de acudir al campus, el estudiante deberá informarse de la organización, la ubicación y los horarios de sus clases presenciales, a fin de conocer el aforo permitido y asegurar que su asistencia esté permitida.

No podrán acceder a la universidad las personas con síntomas compatibles con el coronavirus, los diagnosticados o los que estén en cuarentena domiciliaria. Si presentan síntomas leves durante su estancia en las instalaciones, deberá comunicarlo al profesor del aula o al servicio de prevención y podrán abandonar el recinto. Además, la universidad deberá disponer de un espacio de aislamiento en cada campus. En él permanecerá si es un caso sospechoso para su aislamiento voluntario provista de protector quirúrgico.

Respecto a la mascarilla, solo se podrá exceptuar el uso en las aulas docentes si, una vez sentados, se mantiene una distancia de al menos 1,5 metros. En los laboratorios y prácticas será obligatorio en todo momento. Se recomienda que el alumno ocupe el mismo asiento y en lo posible evitar que un aula sea usada por más de un grupo en el turno o jornada.

La mascarilla no será obligatoria en Infantil ni en los niveles de Primaria organizados como grupos estables. En el resto de cursos se seguirá las mismas normas que en la universidad. H