A diferencia de otras campañas citrícolas, parece que este año la competencia de la naranja de otros países, especialmente la de Sudáfrica, no será un motivo de preocupación para los agricultores castellonenses. Una combinación de factores, el más importante una creciente demanda en el mercado mundial, hace que este año haya más facilidades para hacerse un hueco en los lineales y, lo que es mejor, a buenos precios y con una producción ajustada.

Hay que recordar la problemática: pese a que la campaña citrícola en el hemisferio norte y en el sur se desarrollan en meses distintos, hacia el principio y el final de la misma, en octubre y en mayo, coinciden, a veces durante demasiado tiempo, lo que perjudica a la naranja castellonense. Pero este año ha habido tanta demanda del producto --ya se disparó al inicio de la pandemia de covid, en Europa sobre un 20% al circular la creencia de que la vitamina C ayuda a combatir el virus-- que se acabarán las existencias en Sudáfrica y otros países, por lo que deberán acortar el periodo de venta.

Fuentes del sector consultadas por el periódico Mediterráneo indican que precisamente hoy se prevé que dejen de llegar mandarinas de ese país a Castellón, cuando otros años «ha seguido teniendo presencia hasta mediados de noviembre». De hecho, los pedidos de cítricos de la provincia han llegado antes, coincidiendo también con un adelanto de la maduración del fruto.

El escenario que queda es el de unos lineales que podrán ser llenados con productos castellonenses. «Este año el hemisferio norte dominará el mercado del hemisferio norte, no como ha sucedido otros años», manifiestan.

Coincide en la previsión el secretario general de la Unió de Llauradors, Carles Peris. «Este año nuestros competidores han vendido más que nunca en verano. Además de Sudáfrica, otros países como Chile o Perú también han agotado existencias», manifiesta.

Esto provoca que las expectativas sean las mejores: «Hacía campañas que no arrancábamos tan bien, con buenos precios en origen pero también en destino, con lo que el comercializador también se ve beneficiado. El mercado está más animado que nunca».

El secretario general de Asociex, Enrique Ribes, añade que los países competidores «han vendido más este año a EEUU», un país vetado para los agricultores de la provincia por los aranceles impuestos por Donald Trump.

Por otro lado, desde la Unió de Llauradors han denunciado que las ayudas de la Conselleria de Agricultura para paliar las pérdidas ocasionadas por el covid-19 a los agricultores «han resultado un absoluto fracaso», puesto que en toda la Comunitat solo podrán acogerse a ellas 17 personas, a pesar de que el presupuesto previsto era de 300.000 euros. La Unió ya denunció la dificultad para acceder a estas prestaciones por las exigencias burocráticas.