E l turismo ha vivido en Castellón el peor verano de su historia. Los rebrotes y las recomendaciones que hicieron muchos Gobiernos de no viajar a España han hundido la llegada de extranjeros a la provincia y han dejado tiritando a una industria que acumula pérdidas millonarias. Tras una primera mitad de año de actividad casi nula, durante los meses de julio, agosto y septiembre llegaron a Castellón 99.632 visitantes extranjeros, un 53,4% menos que en los mismos meses del año pasado, según datos de Turisme Comunitat Valenciana. La situación, dicen los empresarios, es muy mala aunque nada que ver con lo que sucede en otros destinos como Benidorm, mucho más dependientes del viajero foráneo.

Los extranjeros suponen solo entre un 15 y un 20% del total de visitantes que recibe Castellón a lo largo de un año. Por eso aquí el golpe ha sido menos duro que en Valencia o Alicante, una provincia que concentra casi el 70% de los turistas que han dejado de viajar a la Comunitat. Aun así, que Castellón haya perdido este verano 114.521 guiris (entre julio y septiembre del 2019 llegaron 214.153) muestra la situación tan complicada por la que atraviesa el sector. Y más todavía si se tiene en cuenta que esos 114.000 extranjeros menos se traducen en una pérdida de 123 millones de euros. O lo que es lo mismo: 41 millones al mes. Un dinero que han dejado de ingresar los hoteles o campings de Castellón, pero también los restaurantes o los comercios de la costa.

«El año va a ser penoso y en nuestra cabeza está el llegar como podamos a la campaña del año que viene. Una campaña que ahora mismo está marcada por la incertidumbre. No sabemos si podremos trabajar en Semana Santa o habrá que esperar a verano. Ahora mismo es impredecible», apunta Javier Gallego, presidente de Altur Castellón y vicepresidente de Hosbec.

Lo peor de todo es que llueve sobre mojado. La enorme pérdida de turistas extranjeros (y también e ingresos) de julio, agosto y septiembre se suma al desplome casi total de los meses de abril, mayo y julio. Este trimestre Castellón apenas recibió 8.241 viajeros foráneos, un 92,8% menos. ¿La consecuencia? Entre enero y septiembre de este año, los extranjeros que han elegido Castellón para hospedarse en un hotel, un camping o en una segunda residencia son 155.240, un 61,5% menos.

Si la llegada de visitantes extranjeros se han hundido, con los nacionales ha sucedido algo similar. Un ejemplo. Los hoteles de la provincia han alojado 236.000 viajeros, la mitad que en 2019. Por eso muchas empresas dicen estar en una situación límite. Algunas han encontrado en los ERTE un poco de oxígeno. Pero ese alivio, piensan, no durará siempre.