UBE Corporation Europe dio a conocer los resultados de su último ejercicio fiscal, que concluyó el pasado 31 de marzo. El volumen de negocio bajó un 3%, con una facturación de 428 millones y unos beneficios después de impuestos de 19 millones. La compañía atribuye el retroceso a la caída de los precios internacionales de sus principales líneas de productos y el retroceso en la demanda general por parte del mercado en los primeros compases de la crisis del coronavirus.

Pese a los condicionantes negativos, la empresa conserva su hoja de ruta para Castellón, con el mantenimiento de las inversiones de 60 millones de euros en el periodo 2019-2022, de los que 11 millones ya se han materializado en el último ejercicio. En cuanto al empleo, el grupo creció un 4%, hasta las 597 personas, de las que 539 forman parte de los centros productivos de la provincia. El 22% del empleo es femenino, y el 95% de los contratos son indefinidos.

El presidente de la empresa, Bruno de Bièvre, valoró que la primera parte del actual ejercicio, que arrancó en abril "ha tenido unos resultados inferiores a los previstos en febrero, pero estamos con un relativo optimismo de cara a la estabilización de resultados" en el segundo semestre, a expensas de la evolución de la segunda ola de la pandemia. También hizo mención a la situación del empleo, que esperan mantener en este año.

El grupo de origen japonés activó a finales de enero un comité de seguimiento permanente de la crisis del covid-19, así como la adopción de las medidas necesarias para garantizar la salud y protección de todo el personal propio y el de sus empresas contratistas y conexas. UBE, al ser considerada como una actividad estratégica dentro del sector químico, mantuvo su funcionamiento durante el periodo de alarma decretado en el mes de marzo.

CONSOLIDACIÓN Y ECONOMÍA CIRCULAR / Corporation Europe tiene pendientes de ejecución casi 50 millones de euros en el plan estratégico a lo largo del actual y del próximo ejercicio. Además de estas actuaciones de mejora en los procesos de producción, y tras la adquisición de Repol, los objetivos a corto y medio plazo pasan por consolidar el conjunto de instalaciones con el fin de integrar todos los procesos.

El presidente, Bruno de Bièvre, avanzó como próximos horizontes las medidas vinculadas a la sostenibilidad y la economía circular. «Buscamos entrar en el segmento del reciclaje, nos interesa y es importante para nosotros», expresó durante la presentación de los resultados.

Entre las funciones que barajan está la reutilización de residuos plásticos mediante mecanismos de reciclaje mecánico y químico. El principal directivo avanzó la idea de emprender estos planes en compañía de otras empresas, si bien destacó que en estos momentos aún es pronto para aportar datos concretos.

Otro concepto de reciente uso común en la industria, la descarbonización, también formó parte de sus declaraciones. «Estamos interesados en ello y el objetivo de tener cero emisiones de CO2 en las plantas. Para ello, el uso de hidrógeno será parte importante en el futuro», detalló.