Los divorcios aumentaron un 30% en Castellón durante el tercer trimestre del año tras los meses de confinamiento por la crisis sanitaria del coronavirus. Pasaron de 213 entre abril y junio a 302 de julio a septiembre. Así lo muestran los datos hechos públicos este viernes por el Consejo General del Poder Judicial. El incremento es todavía mayor en Valencia (37%) y en Alicante (43%).

Este repunte del número de procedimientos judiciales relacionados con la ruptura de las parejas se produce después del impacto que el confinamiento, la suspensión de plazos procesales y la adopción de medidas de seguridad e higiene para hacer frente al COVID-19 tuvieron en la actividad de los órganos judiciales entre abril y junio de este año, que se tradujo en importantísimas reducciones en todos los tipos de demandas.

En clave autonómica y nacional, la Comunitat Valenciana lidera la tasa de demandas de disolución matrimonial en España --6,6 por cada 10.000 habitantes--, siendo esta la más alta junto a Canarias y muy por encima de la media nacional, que se sitúa en el 5,4.

Los datos por partidos judiciales reflejan que el de Castellón concentra casi la mitad de las disoluciones matrimoniales en la provincia. Le sigue Vila-real (21%), Nules (14,5%), Vinaròs (13,2%) y Segorbe (con solo el 2,3% de los casos).

El número total de demandas de separaciones y divorcios presentadas en España durante el tercer trimestre de 2020 ha aumentado un 16,6 por ciento respecto al mismo periodo del año anterior. En la Comunidad Valenciana, ese incremento interanual ha sido del 23,3 por ciento, al pasar de 2.723 demandas a 3.360.