Ya no hay ninguna duda de que estas serán unas Navidades distintas por la pandemia. A pesar de que el Consell había intentado posponer para después del puente de la Constitución plantear las restricciones para estas fechas tan señaladas para ajustarse más a la evolución de la pandemia ha tenido ya que plantear sus propuestas en el seno de la comisión de trabajo del Consejo Interterritorial de Sanidad que busca unificar criterios en todo el país para Navidad, lo que se antoja más que complicado teniendo en cuenta la diversidad de pareceres y de la incidencia del virus en cada región.

La consellera de Sanidad, Ana Barceló, fue la encargada ayer de hacer públicas las medidas que ha trasladado la Comunitat a dicha mesa de trabajo. Por tanto, sino hay un consenso, la Generalitat optará por implantarlas de manera unilateral ya que no se prevé una mejoría tal en la propagación del covid-19 que permita cierto alivio. Así, propone reuniones de hasta diez familiares en los seis días de las fiestas navideñas más señalados, 24, 25 y 31 de diciembre y el 1, 5 y 6 enero, pero se mantiene el límite de seis personas en encuentros y reuniones de amigos.

En este sentido, Barceló ha hecho un llamamiento a la concienciación, ya que ha resaltado que el 92% de los brotes de origen social en la Comunitat proceden de reuniones con familiares o amigos, una cifra «muy elevada», que ha considerado «alarmante» y que «debe bajar». «Tómenlo como un ruego, una súplica o una recomendación, pero solo la responsabilidad individual de cada uno de nosotros hoy más que nunca puede abrir la puerta a unas Navidades entrañables», manifestó.

Toque de queda

En cuanto al toque de queda se prevé alargarlo de 00:00 a 01:00 horas los días de más celebración, al igual que levantar el confinamiento perimetral de la Comunitat durante esas fechas concretas para facilitar las reuniones familiares fuera de la región. De todos modos, esto solo sería efectivo si la comunidad a la que uno se dirige ha optado también por esta medida y no se mantiene cerrada, como sí planteó días atrás Cataluña que estaría.

Sin cabalgatas ni carreras

Lo que tampoco previsiblemente se verá en las calles son las tradicionales carreras de San Silvestre, así como las cabalgatas entendidas como hasta ahora.

«Nuestra propuesta pasa por no autorizar eventos en municipios con niveles de alerta 3 y 4 y recomendar, en cualquier caso, las celebraciones estáticas y con aforo controlado» detalló la responsable sanitaria, quien se mostró partidaria de idear cabalgatas de Reyes en un lugar fijo, como ocurre con los belenes.

En lo que se refiere a actividades culturales, deportivas, religiosas y de restauración, hostelería y comercio «somos partidarios de mantener la vigente regulación», explicó Barceló.

Revés a la hostelería

Por tanto, esto supondría un duro revés para bares y restaurantes que llevan días reclamando poder ampliar el aforo de los establecimientos cara a la Navidad al considerar que no son foco de contagio. Y es que solo el 2% de los brotes detectados tienen su origen en la restauración. Actualmente, solo pueden ocupar un tercio del establecimiento interior y el 50% de la terraza, lo que supone un duro revés para la recaudación al tener que reducir el número de clientes.

Otra de las medidas que está encima de la mesa a nivel estatal es la planteada por Galicia de no contabilizar a los niños en las reuniones, lo que rechazó por completo la consellera ayer. Dadas las propuestas diversas lanzadas por las comunidades para celebrar la Navidad el acuerdo en base al borrador planteado por el Gobierno resulta casi imposible y, por tanto, posiblemente cada región impondrá limitaciones distintas.