Los ganaderos de reses bravas de la provincia de Castellón no se rinden y ayer mismo, una veintena de ellos participaron en la concentración y pitada de camiones que organizó este sector a nivel autonómico enfrente de la Conselleria de Agricultura con el fin de reivindicar sus ayudas para hacer frente al covid-19. Así lo explicó el secretario general de la Unió de Llauradors, Carles Peris, quien mostró su apoyo a este sector taurino en la manifestación donde los afectados leyeron un manifiesto reivindicativo para lograr las subvenciones que les corresponde.

Los representantes castellonenses llevan sin recibir ayudas del Consell desde el inicio de la pandemia a pesar de que el pasado mes de agosto se reunieron con el president Ximo Puig con el fin de hacerle llegar sus reivindicaciones aunque siguen sin respuesta alguna. Debido a esta situación de crisis, el sector ha tenido que sacrificar ya más de 2.000 reses al no poder mantenerlas por la falta de subvenciones, lo que «significa un drama cultural, genético, medioambiental, social y económico», tal y como denunció la Asociación en Defensa de las Tradiciones de Bous al Carrer de la Comunitat Valenciana.

«Esto parece que le importa más bien poco a la consellera de Agricultura, Mireia Mollà, que ha puesto todos los impedimentos posibles para que los ganaderos de bravo no puedan acceder a ayudas por parte de la Generalitat. Una decisión dictatorial y completamente partidista», recordaron desde esta entidad.