Garantizar el cierre perimetral de la Comunitat Valenciana es una de las principales reivindicaciones que, según explicó ayer el president Ximo Puig, reclamará al Gobierno la consellera de Sanidad, Ana Barceló, en el Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud previsto hoy.

Y es que, los controles resultan insuficientes en las zonas limítrofes entre las comunidades autónomas, según denunciaron diferentes residentes en la provincia y recogió este periódico días atrás.

Además, también se instará a este organismo a que «se reduzca la movilidad entre regiones» ante la llegada de las fiestas navideñas, en las que se produce un mayor número de desplazamientos.

Nuevas limitaciones

Asimismo, mañana está prevista una reunión para estudiar la adopción de nuevas medidas en la Comunitat en base a la situación epidemiológica actual en el territorio: «Si es necesario se tomará alguna nueva medida la semana que viene», advirtió Puig al respecto.

Este análisis, dijo el president, se realizará desde «una posición serena, tranquila y prudente» y, al respecto, aclaró que «no existe ningún indicador que sea el definitivo» para decidir restricciones, sino que «hay que tener una visión global» y se considerará especialmente «el estrés sanitario» que vive el sistema de salud.

En cualquier caso, el jefe del Consell insistió en que si la población cumple las medidas vigentes, como respetar el perímetro, «no hará falta tomar nuevas». Con todo, destacó el «altísimo cumplimiento» de la ciudadanía de las limitaciones, aunque existan también «excepciones que confirmen la regla», apuntó Puig, al mismo tiempo que recalcó que «creo en la madurez de las personas y creo en los valencianos».

Por último, auguró que el impacto de una posible nueva ola en enero será «mucho menor» si la sociedad asume que estas Navidades «serán diferentes y respeta las medidas de prevención», pero «si no se actúa en consecuencia será mucho mayor» la repercusión.

«Ahora es más necesaria que nunca la prudencia y la corresponsabilidad para vencer el virus, porque «no hay un recetario» contra él.