El toque de queda y las limitaciones de aforos y número de comensales han propiciado que la hostelería de Castellón multiplique las opciones y que las fiestas del mediodía o el take away (comidas para llevar) de los restaurantes ganen atractivo para despedir un 2020 marcado por la pandemia del coronavirus. Algunos hosteleros las han incorporado este año, y los que ya las hacían han detectado un mayor interés.

Un ejemplo es el Casino de Vila-real, que ha colgado el cartel de completo para la Tardevieja. «La gente está muy animada; enseguida llenamos», explican desde este establecimiento, que ha convocado a sus clientes a las 13.00 horas para el cóctel. A las dos y media celebrará la comida y a las seis será el momento de las uvas, con las que se proyectará un vídeo con las campanadas y se comerán gajos de mandarina», señala.

La Cuina de Fernando también ha apostado por el mediodía para despedir el 2020. «En Nochevieja otros años hacíamos solo cenas. Este año hemos cambiado el formato, porque si hacíamos Nochevieja solo por la noche no podíamos abrir al mediodía, ya que no nos daba tiempo a prepararlo. Así, haremos comida, a medias entre el menú y una cena de gala, y aparte menús para llevar, que no habíamos hecho hasta ahora. A nivel económico salvaremos más o menos ese día», señala, y añade que «abrir por la noche era riesgo porque al final tenemos aforo al 30% y mesas hay muy pocas».

Por su parte, el Grupo Brisamar ha ampliado su abanico de opciones en base a lo que han visto que la gente demandaba. «Hemos ofrecido un menú al mediodía, que nunca habíamos hecho, y por la noche otro con animación musical, todos sentados, e incluyendo una consumición en mesa. Además, repartiremos las uvas», apuntan. «A mediodía la gente responde muy bien, pero es todo gente joven que se junta a mediodía y así lo alarga, porque es jueves y la gente trabaja», matizan.

La Tasca del Puerto sí tenía comida de mediodía otros años y mantiene la tradición, pero este 2020 «lo estamos publicitando y ha tenido mucha aceptación. Mejor que otros años», indican. Quizás puede deberse a que la gente no puede alargar todo lo que quisiera por el toque de queda.

CENA DE NOCHEVIEJA /

Como no podía ser de otro modo, la tradición de reunirse para cenar en el restaurante también cuenta con adeptos. En La Guindilla tienen incluso «lista de espera para la noche», porque al reducirse los aforos, están a la expectativa por si hubiera alguna cancelación, indican. «O empezaremos un poco antes, en vez de a las 21.30 o 22.00 a las 19.30 o 20.00 horas, para así tener más margen», indican. Será la cena de toda la vida: «Nuestros menús son los mismos, el producto es el mismo, la gente igual va a salir, pero nuestros ingresos bajan por las restricciones, por lo que reduciremos otros gastos, como personal».

Sin embargo, algunos hosteleros reconocen que hay incertidumbre por la posibilidad de que las restricciones cambien y, de hecho, para Navidad, están sufriendo cancelaciones.

MOMENTO DULCE PARA TURISMO RURAL /

El interior volverá a llenarse por Nochevieja. Joaquín Deusdad, de la Asociación de Turismo Rural de Castellón, confirma que este segmento vive un «momento dulce» por el bono viaje de la Generalitat que brinda la posibilidad de poder disfrutar de un gran descuento». «En Nochevieja está al 100%; hablo personalmente, pero se está vendiendo muy bien», señala Deusdad.

Así, desde la central de reservas de Cases de Morella corroboran que «el bono viaje ha sido un puntazo».

«Normalmente en Navidad tenemos alguna reserva puntual y Nochevieja siempre completo, pero este año son fechas de muchas reservas y se está llenando del 23 al 3», indica Mónica Ripollés, que tiene reservas de 3 a 7 noches. «La gente busca no compartir, ir con su propio coche y moverse libremente sin estar en un sitio con muchas personas», añade Ripollés.

Por contra, refugios y albergues, pese al atractivo y demanda que tradicionalmente tienen, están prácticamente cerrados por las restricciones, al no poder trabajar con grupos grandes, el público que habitualmente tenían.

La mayoría de hoteles de costa cerró. Los pocos que abren, como el Hotel del Golf, ofrecen paquetes de Nochevieja con barra libre, alojamiento y desayuno. Pero el nivel de reservas está yendo muy lento por la incertidumbre. «No está siendo un año bueno para la hostelería», advierte Alexis de Pablo, que urge que las autoridades ayuden a paliar la crisis del covid exonerando de impuestos, como tasa de basura, IAE, IBI o vados por las restricciones sufridas. «La gente se va a juntar en casa, se lo van a hacer ellos o van a coger para llevar y de seis o diez personas nada. O incluso alquilarse una casa y pasar la noche», lamenta un hostelero.