El buen resultado de dos de los puntales de la economía de Castellón, el azulejo y la citricultura, ha conseguido que las exportaciones correspondientes al mes de octubre, dadas a conocer ayer por el Instituto de Comercio Exterior (Icex), igualen a las del mismo periodo del año anterior. Hay una ligera mejora de un 0,1%, con unas ventas de la provincia por valor de 681,3 millones de euros. Una situación que contrasta con los balances negativos de la Comunitat (-5,1%) y España (-5,9%).

En cuanto a la actividad de la industria cerámica, de nuevo experimenta avances. Si el resultado de enero a septiembre ya rozaba las cifras de ventas respecto al mismo periodo del año anterior, en esta ocasión logra sobrepasarlas. La exportación desde la misma provincia está un 0,9% por encima, mientras que el total nacional, englobado en la marca Tile of Spain, tiene una subida del 0,47%.

Fritas y esmaltes

Dentro del clúster azulejero hay otro buen dato, que corresponde a las fritas y esmaltes cerámicos. En este caso, la evolución de los 10 primeros meses del año sigue siendo negativa, aunque reduce la caída. Si en septiembre el descenso era del 14,6%, ahora deja atrás a los dos dígitos y se sitúa en el -9,6%.

Respecto a los cítricos, se sigue apreciando el efecto covid en Europa, y de enero a octubre las exportaciones son un 18,38% superiores, con un valor total de 521 millones de euros. El principal cliente de los agrios castellonenses es Alemania, con una facturación de 132 millones. Hasta allí va la cuarta parte de todas las exportaciones. Le sigue Francia, con 96 millones, y en la tercera posición está el Reino Unido, con 66 millones.

Es precisamente el mercado británico uno de los que más ha mejorado sus exportaciones en este 2020, con un aumento del 31,6%. Por esta razón, existe incertidumbre entre el sector ante lo que pueda pasar a partir del 1 de enero, con buena parte de la campaña de cítricos todavía en marcha. Pese a que se esperaba un acuerdo comercial entre la Unión Europea y el Reino Unido a mediados de octubre, las negociaciones siguen abiertas, con el riesgo de que se rompan las negociaciones, y por tanto se apliquen unos aranceles que en el caso de las mandarinas podrían alcanzar el 16%. Algo que perjudicaría en gran medida a la competitividad.

El conseller de Economía, Rafa Climent, valoró que pese a las dificultades por la pandemia «hay sectores que mantienen la tendencia iniciada en septiembre con incrementos mensuales en sus datos de exportación». Entre ellos, citó la alimentación, los productos cerámicos y la fabricación de pigmentos y esmaltes.