¿Qué tienen en común una peluquería canina, una tienda de ropa y complementos low cost, un restaurante bufet, una clínica de fisioterapia y una academia de preparación de oposiciones? Aparentemente nada. Pero sí, tienen algunas cosas que les unen. Y la más importante es que todos estos negocios han abierto en la provincia en plena pandemia. Porque aún en los más lúgubres momentos hay personas que son capaces de encontrar oportunidades. Emprendedores que con valentía deciden llegar hasta el final. Osados a los que un virus no les impide cumplir su sueño... son los héroes empresariales de Castellón.

Entre los meses de mayo y noviembre de este año, 4.479 emprendedores se han dado de alta como autónomos en Castellón. O lo que es lo mismo: una media de 600 al mes. Es cierto que son casi 800 menos que durante el mismo periodo del año pasado, pero la cifra muestra a las claras que pese a la pandemia, la vida continúa y la economía, también. Y con número de sociedades ocurre algo muy similar: en los últimos seis meses se han constituido 349, según las últimas cifras del Instituto Nacional de Estadística (INE).

Carlos, Ivanna, Berta, Joan... detrás de las estadísticas de altas en la Seguridad Social se encuentran profesionales con nombres y apellidos. Todos han desafiado las restricciones, los toques de queda y los confinamientos perimetrales y se han lanzado a la aventura de subir la persiana de un nuevo negocio. «Es cierto que este no es el mejor momento para emprender. De hecho, si te das una vuelta por Castelló te das cuenta de que muchos negocios están cerrando. Pero a los que nos gusta un poco el riesgo eso no nos frena», explica Álvaro Segarra, que acaba de abrir en el centro de la capital una empresa dedicada al diseño gráfico.

Quienes se dedican a asesorar a aquellos que quieren empezar a trabajar por cuenta propia también constatan que el covid-19 no ha apagado el espíritu emprendedor en la provincia. Pilar Querol, coordinadora del servicio de Creación de Empresas de la Cámara de Comercio de Castellón, asegura que interés por abrir un negocio sigue habiendo y no poco. «Hay muchas personas decididas a crear su propia empresa y la pandemia, desde luego, no está frenando sus planes», apunta. Y la mejor prueba de ello se encuentra en el vivero de empresas que la Cámara tiene en Vila-real. «Tenemos 20 despachos disponibles y en estos momentos todos están llenos y eso, sin duda, es un buen termómetro de lo que está ocurriendo en la provincia», subraya.

EL APOYO DE LA CÁMARA

El servicio de Creación de Empresas de la Cámara de Castellón consta de dos tipos de actuación. Por un lado, ofrece a los emprendedores talleres personalizados donde se les explica, entre otras cosas, qué formas jurídicas puede adoptar la empresa, los trámites que hay que realizar, cuáles son las cuotas de autónomos... «Por este taller han pasado en lo que llevamos de año 572 emprendedores. Es verdad que el año pasado, por ejemplo, lo hicieron unos 700, pero pese a la pandemia esta cifra no está nada mal», resume la coordinadora del servicio que es además gratuito y que la institución cameral ofrece en Vila-real y en las delegaciones de la Vall, Benicarló y Orpesa.

Además del taller personalizado, la Cámara se encarga también de dar de alta a las empresas, tanto si se constituyen como autónomo como si optan por la fórmula de una SL. «Este 2020 ya hemos dado de alta a 98 empresas», explica Pilar Querol, que describe que el perfil retrato es muy variado. «Hay de todo. Hombres, mujeres, jóvenes y no tanto... Es muy difícil establecer un perfil», señala.

Aunque los sectores del comercio y la hostelería son dos de los más castigados por la crisis, una buena parte de los nuevos emprendedores siguen apostando por estas dos actividades, aunque enfocadas más a la venta on line y a las comidas por encargo. Otras empresas en auge son las dedicadas a la fotografía y a la sanidad. «Y también las empresas multiservicio enfocadas, por ejemplo, a ofrecer a los hogares servicios de atención a mayores y limpieza», describen desde la Cámara. Diseño, traducción, seguros, marketing digital y redes sociales y actividades deportivas son otros sectores que están en la diana de los emprendedores de Castellón.

Buena parte de los empresarios que han abierto negocio en los últimos meses ya lo tenían pensado antes de que estallara la pandemia. Muchos, incluso, tuvieron que esperar para poder realizar las obras en su local. Otros, en cambio, vieron la oportunidad a raíz de la crisis. Porque en medio en tantos carteles de cierres también hay brotes de esperanza.

Cuatro testimonios de emprendedores de Castellón

Perla Flors (Tasca Perla)

«He tirado para adelante yo solita; sin subvenciones ni ayudas de nadie»

Tasca Perla abrió sus puertas en Benicàssim a finales del pasado mes de junio. «El confinamiento me pilló haciendo reformas en el local. Lógicamente tuvimos que parar y reiniciarlas después. Abrimos en verano y, pese a que este es el peor año posible para la restauración, lo cierto es que no me puedo quejar», describe Perla Flors, su propietaria. «La época es dura, pero hay que intentar relativizarlo todo. Si lo analizas bien, te das cuenta de que somos unos privilegiados. Y si este año ganamos menos, seguro que ya vendrán otros tiempos mejores», argumenta.

Especializada en la elaboración de platos fríos con productos autóctonos, esta empresaria asegura que la respuesta de sus clientes ha sido más que positiva. «Nos están apoyando al máximo», explica mientras confiesa que lo que más le obsesiona es cumplir a rajatabla los aforos. ¿Y las ayudas? Perla no ha tenido ninguna. «He tirado para delante el negocio y solita, sin subvenciones.

Fran Mira (Sanit Salud)

«Busco diversificar y crear nuevos negocios; esta es mi tercera empresa»

Quienes le conocen bien aseguran que es un valiente. Y con mayúscula. Fran Mira abrió a principios de noviembre, en plena segunda ola, su tercer negocio, una tienda llamada Sanit Salud dedicada a la venta de productos de higiene y de desinfección tanto para el hogar como para la empresa. Lejía, amoniaco, mascarillas, dispensadores... la empresa trabaja con clientes particulares, pero también con empresas y administraciones. «En Sanit Salud somos dos socios y ambos teníamos ya otras empresas en activo», cuenta. Fran es fundador, además, de un negocio dedicado a la rotulación y otro a los toldos. «Siempre busco diversificar y ampliar negocios. Hace unos meses vimos que había una oportunidad en el sector de la limpieza y, después de analizarlo bien, nos lanzamos a la aventura. Y de momento es balance es muy satisfactorio», argumenta. «¿Ayudas? Nunca he pedido ninguna. Y tampoco me considero un valiente. Solo soy un emprendedor», añade.

Juan Daniel (Total Mad)

«En las crisis nacen grandes empresas, aunque hay que saber en qué sectores»

La pandemia le ha servido a Juan Daniel Gracia para transformar su empresa. Junto a Marcos González, este ingeniero industrial de 32 años y natural de Xilxes, ha fundado Total Mad, una empresa con sede en el vivero de la Cámara de Comercio en Vila-real y dedicada a la elaboración de algoritmos neuronales que hacen predicciones en redes sociales y que son de gran utilidad en otros campos del márketing, como por ejemplo, las búsquedas en Google. «Hemos mutado y nos hemos transformado en la única empresa de España que aplica tecnología neuronal al márketing digital», apunta.

Juan, que ha trabajado para grandes corporaciones y multinacionales en París y Nueva York, considera que pese al covid este es un buen momento para emprender. «En las crisis nacen muchas grandes empresas», defiende. No obstante, cree que no todos los sectores son buenos. «La crisis potencia unos y daña a otros y en nuestro caso el impacto ha sido para bien, sobre todo en EEUU». Este emprendedor defiende que en España todavía hay que dar el paso hacia la digitalización. «Quien no se digitalice bien y pronto perecerá. La pregunta es ¿cuándo?», sentencia.

Andrés Bellés y Carles Tarazona (Metadox)

«Hemos diseñado una máscara para ‘gamers’ y necesitamos financiación»

Licenciados en Ingeniería Mecánica por la Jaume I, Andrés Bellés y Carles Tarazona acaban de fundar Metadox, una empresa ubicada en el vivero del CEEI de Castellón. Se trata de una startup que ha diseñado una novedosa máscara para jugadores de videojuegos. «Es un problema que ocurre en millones de hogares. Nuestra solución permite a los gamers jugar en equipo y hacerlo sin molestar a nadie, de manera silenciosa. La máscara amortigua el sonido, deja respirar y al jugador no se le escucha», describe Andrés Bellés.

Para poder conseguir financiación, validar el producto y saber si tiene aceptación, Metadox va a recurrir a Kickstarter, una plataforma de crowdfunding en la que ya se están apoyando miles de empresas innovadoras. «Estamos trabajando para que la máscara sea un éxito, lo cual va a implicar creación de puestos de trabajo en Castellón, ya que no queremos recurrir a Asia. Aunque solo será posible con el apoyo de la gente».