Era más que previsible que el balance anual de venta de vehículos arrojara resultados negativos, consecuencia directa de la pandemia y del confinamiento. Lo que es más preocupante para el sector es que el desplome haya sido mucho más elevado en la provincia que el que marca la media nacional.

Durante el 2020, los concesionarios castellonenses matricularon 9.640 vehículos, un 51,7% menos que en el ejercicio anterior. Supone un porcentaje de descenso muy superior al que marca la media nacional (-32,3%) y también que el de Valencia (-22,5%) y Alicante (-47,2%), sin ir muy lejos.

Es reseñable sin embargo que pese a la crisis provocada por el coronavirus se vendieran este año más vehículos híbridos, eléctricos y de gas que en el 2019, 1.998 por 1.182. La gasolina es todavía el carburante preferido por los castellonenses (56,6%), con el diésel (22,58%) en claro retroceso.

La tendencia es reseñable, ya que en el 2019 la venta de híbridos y eléctricos --el gas es por ahora muy minoritario-- en Castellón suponía el 5,9% del total entre los distintos tipos de combustible. Solo 12 meses después, estas tecnologías ya absorben el 20% de la cuota de mercado, en lo que desde el sector advierten que es solo el inicio de una tendencia que los situará en el primer lugar entre las preferencias de los compradores en un plazo muy breve de tiempo.

En este sentido, desde el sector recuerdan que no hace demasiados años los vehículos de gasóleo suponían entre el 60% y 70% de la cuota de mercado total. Sin embargo, la llegada de nuevas tecnologías --aunque también los mensajes antidiésel lanzados desde el Ministerio para la Transición Ecológica-- ha sido una sentencia parece que definitiva para este combustible.

Pablo Colom, secretario de la Asociación de Talleres y Otros de Castellón (Astrauto), asegura que esta tendencia «viene para quedarse» y que se consolidará «muy rápido». «Las ventas van a crecer de modo exponencial en el plazo de uno o dos años; no es un cambio que se vaya a producir lentamente». manifiesta.

En este empuje van a ser decisivas las propias marcas, que van a incrementar la producción: «Hay algunas en Europa que ya solo fabrican híbrido o eléctrico».

Existe, sin embargo, una gran diferencia entre ambas tecnologías. Acudiendo a las cifras de venta del pasado diciembre, en los concesionarios castellonenses se matricularon 281 vehículos híbridos por 84 eléctricos (y 25 propulsados por gas). Son varios los factores que explican esta circunstancia que, advierten, se va a revertir en un plazo breve de tiempo.

«Aunque ya empieza a haber bastantes, faltan puntos de recarga, y también mejorar la autonomía de las baterías para hacer muchos kilómetros. Pero lo fundamental es el precio de los coches eléctricos, que es todavía muy alto», explica Colom. Por ello, reclama al Gobierno central un programa de ayudas más importantes que el plan Moves: «Si logran que se iguale el precio con los vehículos de gasolina, la sustitución de combustibles será inmediata».