La situación generada por el coronavirus detuvo el fuerte ritmo de operaciones vivido a finales del 2019 y las primeras semanas del 2020, pero todos dan por hecho un resurgimiento de las concentraciones empresariales en el clúster del azulejo para este 2021. Una señal de que estas actuaciones siguen en marcha son las recientes deliberaciones de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), con la aprobación de dos de las ventas más relevantes de los últimos tiempos.

La más próxima en el calendario tuvo lugar en las últimas horas del pasado año, cuando se bendijo la compra de la filial española de esmaltes de la multinacional Ferro a la compañía Pigments, cuya enseña más conocida en el mercado es Esmalglass. Una adquisición que fue anunciada a finales del 2019. El otro gran movimiento en el tablero se dio en octubre, con la autorización de la compra del 50% de Argenta y Cifre por parte del grupo Pamesa, y que fue dada a conocer el pasado febrero.

El presidente de la patronal de la cerámica, Vicente Nomdedeu, afirmó recientemente que este tipo de operaciones «se da en todos los sectores maduros» de la economía, por lo que es lógico que también pase en estas empresas, que en los últimos años han potenciado la mejora de la calidad en sus diseños y productos para ser más competitivos, especialmente en el mercado extranjero. «Es algo que vemos desde hace tiempo, y no es consecuencia de la pandemia», ya que considera lógica esta evolución, «primero vino con una colaboración productiva», a la que siguió «la entrada de inversión externa», mencionó.

Un argumento que da continuidad al expresado por Nomdedeu hace justo un año, cuando hizo balance del 2019 y nadie esperaba que la pandemia trastocara la economía en todo el planeta. Concentrar a los fabricantes de azulejos, revestimientos y sectores afines como los esmaltes posibilita tener empresas de «mayores dimensiones, con lo que somos capaces de hacer economías de escala más grandes y ser más productivos», mencionó en ese momento.

No todas las modificaciones accionariales se dan de la misma forma en la cerámica de Castellón. El caso de Pamesa con Argenta y Cifre tiene como protagonistas a familias con un importante arraigo en el sector. En cambio, otros movimientos tienen que ver con la llegada de capital extranjero, del que el grupo británico Victoria PLC es el principal exponente. Hace algo más de tres años se hizo con Kerabén por 274 millones de euros, a lo que siguió Saloni por casi 100 y más tarde Íbero Porcelánico. Con estas entradas, Victoria es uno de los tres grandes grupos presentes en la provincia. Los otros dos, Pamesa y Porcelanosa, siguen en manos de familias bien enraizadas en Castellón.

Fondos

Otra variante es la representada por la fusión, anunciada hace un año, por Colorker y Saniceramic; mientras que algunas de las operaciones más abultadas son las referidas al papel de los fondos de inversión. El caso más sonoro es el de la compañía norteamericana Lone Star. Primero se hizo por 605 millones con Esmalglass-Ítaca, para finalmente controlar al principal rival, Ferro, a través de una compra valorada en más de 400 millones.

La anterior edición de Cevisama supuso un gran escaparate para dar a conocer los movimientos más recientes, y todo daba a indicar que la carrera iba a seguir. Ahora se está a la espera de que la actual coyuntura se estabilice.

Los datos del azulejo del 2020 son, en general, más que aceptables, al mantener la facturación del 2019. Aún así, no todas las compañías lo reflejarán del mismo modo en sus balances. De ello dependerán los cambios accionariales que lleguen en el futuro.