Las cooperativas agrícolas de Castellón podrán optar a las ayudas planteadas por la Diputación provincial para hacer frente a la plaga del cotonet que desde hace años causa estragos en la citricultura. El responsable del área de Agricultura, Santi Pérez, mantuvo un encuentro telemático con representantes de cooperativas de Castelló, Vila-real, Burriana, la Vall d’Uixó y Nules, además de la Federación de Cooperativas Agroalimentarias de la Comunitat Valenciana, con el objetivo de detallar la medida.

De este modo, la administración provincial abre una línea de subvenciones dotada con 50.000 euros para la construcción de insectarios para combatir el cotonet, a la que podrán optar las entidades agrarias por el procedimiento de concurrencia competitiva.

Pérez incidió en que con esta iniciativa la Diputación «quiere contribuir a la erradicación de este problema, que está resultando muy lesivo para la citricultura», para añadir que la agricultura «es fundamental para la recuperación y reactivación económica de la provincia». El diputado hizo referencia a «la implicación de las cooperativas en una lucha de la que no solo se van a beneficiar sus asociados, porque cuando se distribuyan los parásitos, es obvio que actuarán a su libre albedrío y no solo en los huertos de los cooperativistas», puntualizó.

Sistema

Según detallan desde la corporación, los insectarios son instalaciones sencillas, económicas y eficaces, destinadas a la multiplicación del insecto Cryptolaemus montrouzieri, un parásito usado para combatir el cotonet clásico. Únicamente requieren de una habitación con una ventana acristalada, estanterías con bandejas y un idóneo mantenimiento para conformar un hábitat estable en el que haya una temperatura que oscile entre los 22 y los 25 grados y la humedad relativa sea del 60%.

Evolución

La investigación e implantación de este tipo de tratamientos para aliviar la plaga se ha acelerado en los últimos meses, debido a la normativa europea que impide, desde la pasada primavera, utilizar fitosanitarios que incluyan como compuesto activo el clorpirifós. A la ayuda de la Diputación y las iniciativas abiertas de la Conselleria de Agricultura se unen otra medida reciente, como la colaboración entre el Ayuntamiento de Vila-real y la Cooperativa Católico-Agraria para contar con un insectario que genera dos millones de ejemplares.