Ha vuelto a pasar. Solo ha cambiado el nombre de la borrasca. Filomena, como otros temporales anteriores, ha dejado un reguero de desperfectos de norte a sur del litoral castellonense. En cuanto a la mayor o menor intensidad de sus consecuencias, ha dependido del estado de cada playa, ya que muchas todavía no se habían restablecido del fuerte impacto de Gloria, hace apenas un año.

En la costa, el fin de semana se cuenta por incidencias. En Vinaròs, el oleaje propició la acumulación de sedimento en la parte sur del paseo marítimo, junto al puerto, que deberá ser limpiado, así como el arrastre de grandes piedras en la desembocadura del Cervol; y también en la costa norte, en la zona de Els Cossis, donde se realizó recientemente una obra de protección. En el tramo final de los barrancos de Saldonar (costa norte) y Les Salines (costa sur) se estancó el agua, que tendrá que bombearse hoy lunes a primera hora. Informa J. Flores

En Benicarló, lo más destacado fue el episodio protagonizado por un coche que quedó prácticamente sumergido en la desembocadura del Barranquet, aunque sin daños personales. Entre las zonas más afectadas por la borrasca estuvo la playa la Caracola, donde las olas llegaron hasta la fachada de algunas urbanizaciones, inundando terrazas de negocios hosteleros. En cuanto a la costa sur, la Policía Local cerró el área de autocaravanas, así como la carretera de la Mar Xica a la altura de la desembocadura de la rambla de Cervera, totalmente anegada. El edil de Urbanismo, Ilde Añó, avanzó que a partir de hoy, la brigada de obras iniciará las tareas de limpieza de arena y de restos arrastrados por el oleaje este fin de semana.

En Peñíscola se repitió la escena, con acumulaciones de agua y arena que invadieron la carretera de la costa y dejaron impracticable la avenida Papa Luna, que fue cortada al tráfico, al igual que la ratlla del Terme, en su tramo más próximo al litoral, como confirmó el Ayuntamiento de la localidad. Informa M. J. Sánchez

Similar fue el impacto en Benicàssim, donde el mar arrastró hasta el paseo arena y pasarelas, un mal común en las playas más turísticas. Mientras, en Orpesa la alcaldesa, María Jiménez, anunció que pedirá una reunión urgente con Costas para «trasladarles la problemática de Morro de Gos». Porque, como incidió tras visitar la zona, «las playas conforman nuestro principal recurso económico», por lo que consideran que una intervención de protección es «urgente». Informa E. Bellido.

Urgente, esa es la palabra que repiten todos los alcaldes en referencia a las obras de protección y regeneración del litoral desde Almassora hasta Almenara, donde los efectos de Filomena se están dejando sentir con mayor contundencia porque, como suele decirse, llueve sobre mojado.

El Ayuntamiento de Almassora anunció el corte de la carretera que limita con la playa y advirtió de que el autobús que recoge a los estudiantes de los colegios y el instituto modificará su ruta, ante la imposibilidad de transitar por el vial habitual hasta su limpieza.

En Burriana, un tramo del camí Serratella estuvo cerrado porque las olas saltaban hasta la carretera, aunque sin provocar daños relevantes. Informa I. Calpe.